Los medicamentos nos ayudan a combatir las enfermedades de la mejor manera posible, pero a veces tienen efectos secundarios que pueden resultar perjudiciales a la hora de conducir. En este artículo vamos a repasar todos aquellos que pueden afectarnos negativamente y algunos de ellos son bastante populares.
Pero antes de meternos en los distintos grupos de medicamentos que no son recomendables para conducir hay que tener en cuenta una consideración importante. Las farmacéuticas ya nos avisan de antemano de posibles consecuencias para la conducción, ya sea a través de esos prospectos tan largos que no solemos leernos como también incorporando un pictograma de un triángulo rojo con un coche negro en su interior. Si cuenta con él en la caja ya sabemos que tendrá efectos negativos.
Ansiolíticos, somníferos, antidepresivos, antihistamínicos... Numerosos fármacos impiden la conducción segura, ya que provocan somnolencia, disminución de reflejos o aumento del tiempo de reacción. Si conduces y necesitas tratamiento, consulta con tu médico y #NoTeAutomediques.👇 pic.twitter.com/c2fr4t5Dk8
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) July 2, 2024
Lista de medicamentos no recomendados para conducir
Teniendo en cuenta ese primer aspecto vamos a repasar las familias de medicamentos que no son recomendables para conducir y cuales son los efectos negativos que pueden tener sobre las personas:
- Hipnóticos: se suelen recetar para trastornos del sueño por lo que provocan somnolencia, una disminución de la atención y también de la capacidad de reacción. Algunos ejemplos son los zolpidem, eszopiclone o temazepam.
- Antipsicóticos: este grupo produce somnolencia al volante, mareos, agitación y cansancio. Aquí se incluyen aripiprazol (Abilify), clorpromazina o haloperidol.
- Para el Parkinson: en este caso también producen somnolencia, episodios repentinos de sueño, espasmos, visión borrosa o confusión. Algunos ejemplos son la selegilina (Zelapar), la rasagilina (Azilect) o la safinamida (Xadago).
- Antimigrañosos: de nuevo repite la somnolencia, además de mareos y debilidad. Podríamos citar el sumatriptán (Imitrex, Tosymra) o el rizatriptán (Maxalt).
- Antiepilépticos: empezaremos con somnolencia, mareos, visión borrosa, fatiga o sensación de debilidad. Estos son el Acido Valproico, la Carbamazepina o el Clobazan.
- Para la diabetes: en este caso sólo es hipoglucemia (concentración baja de glucosa en la sangre) que puede afectar bastante al conductor. Alguno de ellos son la glimepirida (Amaryl), la glipizida (Glucotrol) o el gliburide (Diabeta).
- Ansiolíticos: este tipo de medicamentos producen somnolencia, la disminución de la atención y de la capacidad de reacción. Como ejemplos tenemos el diazepam, el lorazepam, el alprazolam o el bromazepam.
- Antihistamínicos: recetados para las alergias suelen producir somnolencia, capacidad de reacción reducida y visión borrosa. De los más famosos están el Zyrtec, el Clarinex o Allegra.
- Antigripales y anticatarrales: en este caso es somnolencia, que como ves es el más común de todos. Muchos de estos salen en anuncios como Frenadol, Couldina o Bisogrip.
- Antidepresivos: aquí hay varias afecciones con nerviosismo, ansiedad, somnolencia, alteración de la coordinación o visión borrosa. Podríamos citar al Norpramin, la Doxepina o el Tofranil
- Afecciones oculares: al dispensarse sobre los ojos pueden provocar una visión borrosa. Uno de ellos es OcuSoft.
- Analgésicos: este es el último grupo que provoca sobre el organismo somnolencia, disminución de la capacidad de concentración y reacción, así como mareos. Los más conocidos son el ibuprofeno, el naproxeno o el dexketoprofeno.

Además, desde la DGT recomiendan prestar especial atención cuando se comienza un tratamiento o cuando se ha cambiado su dosis, cuando se toman varios a la vez, en situaciones de cansancio y también en las personas mayores. Y en caso de duda siempre consultar con tu médico o farmacéutico.