El Race convoca elecciones y desmonta su acuerdo con Repsol

Hace unos días, el Real Automóvil Club de España, Race, firmaba un acuerdo para poner en marcha AutoClub Race, una empresa de asistencia en viaje que, de haber nacido, sería la tercera por volumen en el sector. Race ponía sus empresas de servicios y Repsol, las suyas. Los socios del club se han sublevado contra el proyecto y lo han echado atrás. Acorralado, el presidente, Fernando Falcó, convocó de inmediato elecciones a comité ejecutivo y presidencia.

Este cisma ha generado un ambiente realmente hostil en el Race, una institución que se fundó hace casi 100 años. Tras anunciar el acuerdo con Repsol, Fernando Falcó, Marqués de Cubas, trató de defenderlo en una asamblea general de socios. La mayoría de los casi 7.000 accionistas presentes se puso abiertamente en su contra. No sólo se echó abajo el proyecto de alianza con Repsol, sino que se rechazaron los presupuestos de 2002, las cuentas de 2000 y 2001 y todos los demás puntos del orden del día, que eran diez.

Ante semejante oposición, Falcó no tuvo más remedio que convocar de inmediato elecciones. El presidente, que lleva 27 años en el cargo, asegura que no piensa dimitir y que serán las urnas las que decidan su futuro.

Los socios que se oponen al proyecto común con Repsol explican que lo hace porque, con su firma, el Race pierde el control de sus empresas de servicios. Desde la dirección del club aseguran que esto es falso, porque, lejos de perder control, el Race controlaría el 50 por ciento de un nuevo gigante de la postventa del automóvil y se abriría camino a un mayor crecimiento económico de la mano de Repsol YPF, una compañía de talla mundial.

El acuerdo que habían fraguado tras muchos meses ambas partes suponía la creación de una empresa común para dar asistencia y servicio de reparación a todo tipo de vehículos. El Race aportaba sus empresas especializadas en este ramo y 33 millones de euros, idéntica cantidad que Repsol, quien sumaba también sus filiales de servicio técnico para camiones. La gestión, repartida al 50 por ciento. En principio, se esperaba que la nueva compañía, AutoClub, se consolidase como la tercera del sector y facturase en un año más de 133 millones de euros. Además, se esperaba que un millón de nuevos socios se añadiesen a los 350.000 que ya tiene el Race.

Ahora, este vasto proyecto se queda en el cajón. Serán los votos de los 16.000 accionistas del club los que decidan si Fernando Falcó tiene apoyo para seguir adelante o si hay que renovar la directiva.