Los bolsillos de los conductores españoles seguro que lo llevan notando ya desde hace unas cuantas semanas: el precio del litro del diésel y de la gasolina está subiendo prácticamente a diario. Las tarifas medias alcanzadas en las diferentes estaciones de servicio españolas se están acercando peligrosamente a las cifras récord históricas registradas en nuestro país.
De forma específica, los precios medios de los combustibles más usados en España, según los datos recogidos en el Boletín Petrolero de la UE y según las cifras recopiladas prácticamente a diario por la web especializada Dieselogasolina.com con toma real de datos de las estaciones de servicio, son los siguientes: el precio medio del litro de la gasolina sin plomo 95 es de 1,503 euros; el medio de la gasolina sin plomo 98 es de 1,657 euros; y 1,376 euros para el del diésel A.
Si comparamos dichos precios medios con los máximos históricos registrados en nuestro país, apreciamos cómo las tarifas actuales están muy cerca de superarlos. Concretamente, el precio medio máximo histórico de la gasolina sin plomo 95 fue de 1,528 euros (ahora está en 1,503 euros), el del diésel A fue 1,451 euros (ahora está en 1,376 euros) y, por último, en el caso de la gasolina sin plomo 98, actualmente estamos ante el precio medio más caro del litro de este combustible en toda la historia, con los ya citados 1,657 euros.
La pregunta del millón: ¿van a seguir subiendo los combustibles?
La situación parece que no va a mejorar, al menos en el futuro a corto y medio plazo, si tomamos como referencia el precio de referencia del barril Brent de petróleo, que es el que se utiliza en la UE para establecer los precios de los combustibles en nuestro continente. Durante todo el mes de octubre, el precio medio del Brent ha cotizado por encima de los 80 dólares el barril, una cifra que supone prácticamente el doble frente a gran parte de los meses de 2020, con unas medias ligeramente por encima de los 40 dólares (el mes más barato de 2020, justo coincidiendo son la semanas más duras de la pandemia del Covid-19 fue abril, con un bajísimo precio medio de apenas 18,38 dólares el barril).
Por otro lado, la situación macroeconómica y otro tipo de tensiones geopolíticas tampoco están estableciendo el “caldo de cultivo” óptimo para que el precio del petróleo se estabilice o empiece a bajar. A todo ello hay que unir que nos estamos aproximando poco a poco al invierno, ante lo cual, diversos organismos de prestigio como el Bank of America Merrill Lynch vaticinan que el precio del barril de petróleo podría situarse o incluso superar los 100 dólares en el caso de que el próximo invierno sea especialmente frío, por la más que previsible mayor demanda de gas natural y de petróleo.
¿Qué va a pasar con el diésel?
La subida al impuesto al diésel es un tema del que se ha venido hablando largo y tendido durante los últimos años. Con los Presupuestos Generales del Estado (PGE) ya presentados por el Gobierno español en el Congreso de los Diputados, la iniciativa de subir el impuesto de hidrocarburos en el caso del diésel A (la propia UE y multitud de organizaciones ecologistas han venido reclamando que se iguale impositivamente frente a la gasolina sin plomo 95) deberá esperar, al menos de momento, durante los próximos meses. De hecho, diversos expertos en la materia vaticinan que dicha subida se hará efectiva a buen seguro durante los PGE del ejercicio 2023, que deberían estar listos para finales del tercer trimestre-comienzos del cuarto trimestre de 2022.
