La sorpresa saltó hace unos tres meses cuando la DGT anunciaba que, entre sus nuevos planes de seguridad vial para 2024, se incluía el uso de nuevos radares móviles en carreteras con obras. La confirmación llegaba tras una intervención del propio director general de Tráfico, Pere Navarro, en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados.
Radares en carreteras con obras y a 60 km/h
En concreto, Navarro defendió esta nueva estrategia de colocar radares en tramos donde hasta ahora no se ponían para tratar de reducir los riesgos en tramos comprometidos. El director de la DGT aseguraba entonces que “estamos trabajando con radares móviles para colocarlos donde hay obras, ponerlos a 60 km/h con un gran cartel anunciando que la velocidad en el tramo de obras está controlado por radar”.

Pues bien, dos meses solo después, la DGT confirma definitivamente este nuevo método de actuación y anuncia además que llevará a cabo esta misma semana una campaña intensiva para controlar directamente tramos de carreteras con obras, especialmente los que afecten a la calzada y/o modifiquen el trazado de los carriles, incluyendo tramos en túneles.
El objetivo de la DGT es reducir la siniestralidad que registran este tipo de vías, ya que, según los últimos datos publicados, en 2022 hubo hasta 172 siniestros relacionados con trabajos de obras de mantenimiento y conservación de carreteras, de los que 22 afectaron directamente a operarios que trabajaban o caminaban por la calzada de este tipo de tramos en obras. En 2023 hubo también 131 siniestros, con 21 operarios afectados.

La velocidad, principal causa de atropellos en carreteras con obras
La campaña de vigilancia se pone en marcha especialmente en vías interurbanas con zonas de obras, tratando de controlar sobre todo que se cumplan los límites de velocidad, que siempre son además más reducidos. Serán los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y de las policías autonómicas quienes realizarán este tipo de controles para reducir los comportamientos que implican más riesgos, como son la velocidad inadecuada, las distracciones o los adelantamientos prohibidos.
Según las estadísticas de la DGT, la mayoría de los siniestros de tráfico ocurridos en obras de mantenimiento de las carreteras están directamente relacionados con atropellos. La mayoría de ellos además se producen por vehículos ajenas a las propias obras y mientras se procedía a la señalización de esas obras, precisamente. Y el factor más influyente siempre es la excesiva velocidad.