Al igual que sucede en los aviones desde hace tiempo, la caja negra llega a los vehículos nuevos para “reconstruir un accidente, las causas del siniestro y evaluar los sistemas de seguridad del vehículo y otros parámetros”. La Unión Europea exigirá a los fabricantes que incluyan de serie esta caja negra en sus coches nuevos con el objetivo de reducir el número de accidentes y fallecidos en la carretera. Será a partir de julio de 2022 cuando sean obligatorios una serie de asistentes electrónicos, hasta ocho de los conocidos como ADAS.
Entre estos, la DGT ha destacado, en una de sus últimas publicaciones en redes sociales, precisamente esta Caja Negra, o también llamada EDR (Registrador de Datos de Eventos). Esta caja negra se encarga de recopilar información del vehículo y de sus ocupantes, “registrando y almacenando datos para, en caso de siniestro, conocer lo que ha ocurrido antes, durante y después”, afirma la DGT.
La Caja Negra recopila información del vehículo y de sus ocupantes, registrando y almacenando datos para, en caso de siniestro, conocer lo que ha ocurrido. Así funciona: https://t.co/EGF4aSV4Xu
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) January 17, 2022
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Esta caja negra estará anclada al chasis bajo el asiento del conductor, con el tamaño aproximado de un teléfono móvil. No grabará vídeo ni audio, tan solo datos, de los que quedarán registrados los 30 segundos previos a un siniestro, con el vehículo encendido, y los 5 minutos posteriores. Los datos que recojan, según comentan desde la DGT, no servirán para dirimir la culpabilidad en un accidente, ni guardará datos personales de las personas.
“Solo” servirá para analizar las causas del siniestro e “incentivar a mejorar la conducción”, influyendo de forma positiva en la conducción. ¿Cómo? Gracias a la “calidad y precisión en los datos, mejorará la evaluación de la nueva tecnología de seguridad” y ayudará “para aplicaciones específicas de seguridad vial, seguridad y lucha contra las infracciones”. Su finalidad también será importante a nivel legal, ya que ayudará en la reconstrucción de accidentes, y a nivel de seguridad vial, ya que se tendrá un mayor conocimiento “de los umbrales de lesiones para mejorar la seguridad pasiva, la comprensión de las causas y los daños físicos”.
Para ello, es capaz de registrar más de 15 variables: la velocidad, frenada, revoluciones del motor, movimientos de la dirección, posición del acelerador, funcionamiento de los sistemas de seguridad (airbags, cinturones y otros ADAS), parámetros como el día o la hora, fuerza del impacto frontal y lateral…
