¿Detectado otro fraude de emisiones en coches de Audi?

Todo apunta a que Audi habría empleado durante varios años un software acoplado a la caja de cambios automática AL 551 en modelos tanto Diesel como gasolina

Autopista. Twitter @Autopista_es

¿Detectado otro fraude de emisiones en coches de Audi?
¿Detectado otro fraude de emisiones en coches de Audi?

El Dieselgate, o también llamado fraude de las emisiones de varios millones de coches del Grupo Volkswagen en todo el mundo, no ha escrito su último capítulo, al menos de momento. Siempre atendiendo a la información publicada por el periódico alemán ‘Bild am Sonntag’, parece que las prácticas ilegales del grupo alemán cuando se trata de la certificación de emisiones no se limita a aquellos vehículos equipados con motor Diesel. Y es que según apuntan desde el citado medio, se habría empleado este software durante varios años acoplado a la caja de cambios automática en coches tanto Diesel como gasolina.

El Consejo de Recursos del Aire de California (CARB, en inglés) habría detectado el verano pasado otro software en un vehículo del fabricante Audi en modelos que incorporan la caja de cambios automática. Así las cosas, la lista estaría formada por unos 100.000 coches afectados y equipados con transmisión AL 551; es decir, el A6, el A8 y el Q5, entre otros. Bild am Sonntag sostiene que Audi habría dejado de usar este software el pasado mes de mayo, justo antes de que el CARB detectase las irregularidades en un modelo antiguo.

El funcionamiento sería sencillo ya que modificaría las emisiones de CO2 cuando el vehículo entrase en un test de homologación. ¿Cómo? La clave pasa por el volante: si éste no se movía después de haber arrancado, un programa para el motor entraba en funcionamiento reduciendo las revoluciones y, evidentemente, emitiendo menos partículas. Eso sí, si el volante se movía las cosas cambiaban: el coche funcionaba con otro programa que consumía más combustible y emitía más CO2.

Lo cierto es que ni Audi ni el CARB han hecho declaraciones en torno a un tema que afecta tanto a vehículos vendidos en Estados Unidos como en Europa. Si se confirmaran estas irregularidades, supondría un nuevo jarro de agua fría para el grupo puesto que está inmerso en negociaciones y acciones para solucionar todos los frentes abiertos tras el escándalo del Dieselgate.

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