Te lo contamos ya el pasado martes. La oposición en el Congreso de los Diputados derrotó al Gobierno al aprobar una enmienda impulsada por el PDeCAT para la nueva Ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal. Con el apoyo expreso de PP, Vox, ERC, Ciudadanos y PRC, con la abstención del PNV y el voto en contra solo de PSOE y Unidas Podemos, se suspendía por tanto de facto el actual Impuesto de Matriculación, que contemplaba importantes subidas debido al cambio normativo en las homologaciones de emisiones WLTP.
El Gobierno, a través de la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha calificado de “irresponsable” esta tramitación para querer ahora bajar el Impuesto de Matriculación al asegurar que “España tiene obligaciones al formar parte de la Unión Europea”. El Gobierno asegura que las emisiones medias de los coches nuevos vendidos tiene que ser como máximo de 95 g/km de CO2.
Para la ministra, el actual impuesto, que exime del pago a los coches que emiten menos de 120 g/km tomaba como referencia esos 120 gramos “porque era lo que en aquel momento la Unión Europea ponía como tope. Jamás fueron actualizados a pesar de que la Comisión Europea, en el contexto de las normativas de calidad del aire, fue revisando a la baja esos objetivos".
El Gobierno ha sido crítico con la enmienda, asegurando que “sorprende que haya grupos parlamentarios que hayan decidido ahora saltarse esa regla y elevarlo hasta los 145 gramos (ya que la nueva normativa es más estricta y muchos más coches pasaban a pagar el impuesto cuando antes no lo hacían), muy por encima, casi un 50 por ciento de las emisiones que tiene que tener la flota nueva colocada en el mercado español para poder cumplir con la directiva europea”.
La pregunta ahora es, ¿qué pasará exactamente? Según hemos podido saber, la propuesta incluida finalmente en el proyecto que ya pronto saldrá del Congreso directamente rumbo al Senado para su aprobación final contempla que se mantenga inalterada la tributación prevista a partir de este mismo año. Es decir, cada vehículo tendrá finalmente exactamente la misma carga fiscal que tenía en 2020, a pesar de la nueva medición de emisiones de CO2 contemplada en el protocolo WLTP.
De este modo, queda cancelada definitivamente la subida en los precios de los coches debido a la mayor tasa en Impuesto de Matriculación, experimentada en este 2021. Según el PDeCAT, el partido que oficializó la enmienda, la nueva normativa suponía este año un aumento en el valor de las emisiones oficiales aproximadamente un 20 por ciento superior, provocando que muchos modelos perdieran en la práctica las bonificaciones que tenían hasta ahora en el Impuesto de Matriculación.