Conducir sobre nieve resulta peligroso aunque se vaya despacio

La empresa francesa GTS junto con Tenneco Automotive ha llevado a cabo unas pruebas sobre nieve en las que demuestra que un coche con los amortiguadores gastados corre peligro, aunque no corra.

Conducir sobre nieve resulta peligroso aunque se vaya despacio
Conducir sobre nieve resulta peligroso aunque se vaya despacio

El estudio se llevó a cabo con un Mercedes-Benz C250 Estate, un Peugeot 206 y un Volkswagen Beetle, todos dotados de ABS y ASR. Al conducir sobre nieve o hielo, los test indican que unos amortiguadores desgastados hacen que la conducción sea peligrosa, aunque la velocidad no supere los 35 kilómetros por hora. Cuando el sistema de amortiguación se encontraba al 50 por ciento de su capacidad, el Mercedes C250 necesitó 1,8 metros más para detenerse que cuando frenó con el sistema en óptimas condiciones. En el caso del 206, se necesitaron 1,2 metros más para frenar.
En cuanto a la capacidad de aceleración, el Mercedes-Benz con amortiguadores nuevos pasó de 25 km/h a 35,7 km/h en siete segundos. En la misma prueba, pero con amortiguadores desgastados, los siete segundos sólo sirvieron para llegar a los 34,7 km/h. Es decir, que, sobre nieve o hielo, un buen mecanismo de amortiguación permite acelerar un 16 por ciento más.
Tenneco, que fabrica los amortiguadores Monroe, destaca la importancia de vigilar el estado de estas piezas si se va a circular sobre carreteras nevadas. Además, también recomienda revisarlos cada 20.000 kilómetros.