Se acerca la nueva normalidad y, precisamente, se llama así la vuelta a la rutina porque tendremos desde ahora que modificar hábitos de seguridad e higiene. Es el nuevo mundo que nos deja una pandemia como el Covid-19. En esta nueva normalidad, el uso de mascarillas es fundamental, incluso en determinados trayectos en coche, como también el distanciamiento social de entre un metro y medio y dos metros, recomendado por todas las autoridades sanitarias.
Pero, sin duda, otro elemento clave en la nueva normalidad tiene que ver con la higiene de manos, tanto con agua y jabón, como con soluciones hidroalcohólicas que ya forman parte de nuestro equipamiento diario. Y en estos geles, que se usan frecuentemente al salir de casa y entrar, y por lo tanto al moverte con el coche, es en lo que nos centramos en este artículo.
Existen dos tipos de geles hidroalcohólicos
Según ha informado el Gobierno, existen dos tipos de geles hidroalcohólicos: los biocidas, que deben incluir en su etiquetado la clasificación CLP conforme a si alguno de sus ingredientes, o una mezcla de ellos (al componerse en su mayor parte de etanol), pueden ser calificados como peligrosos e inflamables, y cuáles son sus indicaciones y consejos de uso; y los geles hidroalcohólicos de naturaleza cosmética, que pueden contener cantidades muy variables de alcohol y no tienen obligación de incluir esta información en su etiquetado.
Precisamente por esto último, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) remienda ahora que en el uso de estos geles hidroalcohólicos de naturaleza cosmética se usen las mismas precauciones que con los biocida. Para ello, en una guía nos cuenta todos los consejos para manipularlos con seguridad y recomendaciones sobre cómo conservarlos. Todos ellos, por supuesto, sirven también para su uso y almacenaje en el coche.
Cómo usar y conservar los geles hidroalcohólicos
Evita aplicar geles y soluciones hidroalcohólicas en zonas sensibles o dañadas de la piel y mucosas.
Mantén los geles y soluciones hidroalcohólicas siempre alejadas de focos de calor como pueden ser superficies calientes, exposición solar directa, llamas abiertas, chispas o cualquier fuente de ignición.
Evita fumar inmediatamente después de usar estos geles y soluciones o en lugares donde estén almacenados.
Almacénalos en un lugar bien ventilado y fresco, evitando espacios donde se produzcan cambios de temperatura importantes.
En caso de contacto con los ojos acláralos con abundante agua durante varios minutos. Si la irritación permanece, consulta con un médico.
En caso de ingestión, llama inmediatamente al Servicio de Información Toxicológica o acude a un médico de urgencia.