La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha presentado los resultados de su último informe sobre el hackeo de los vehículos dotados de sistemas de información y entretenimiento, así como de los que llevan instalados múltiples elementos tecnológicos.
La OCU, en colaboración con expertos en ciberseguridad de la empresa Context Information Security, ha realizado las pruebas de su estudio sobre dos vehículos a partir de los cuales extrapolar los datos a “muchos otros" del mercado: el Volkswagen Polo SEL TSI, dotado del sistema “Car-net", y el Ford Focus Titanium con cambio automático.
Resultados del estudio del a OCU: datos preocupantes
Lo cierto es que los resultados que nos muestra la OCU son preocupantes, ya que nos muestra la vulnerabilidad de los vehículos conectados actuales. “Con pocos conocimientos informáticos es fácil hackear un coche conectado", dice el informe presentado por la OCU.
Tampoco son necesarios kits no muy complejos que se pueden conseguir por Internet para lograr hackear un vehículo, cuyas consecuencias pueden ser fatales si logran manipular los servicios de información y entrentenimiento, así como modificar parámetros básicos de la seguridad del coche y provocar un accidente. La OCU muestra sus resultados en diferentes apartados:
- Comunicaciones internas: el informe habla de importantes “lagunas" en lo que a la seguridad del sistema CAN BUS, el entramado de comunicaciones que se encarga de enviar señales de un lugar a otro del vehículo para controlar parámetros como los frenos, la dirección… En el VW Polo, los hackers lograron que la pantalla central se apagara cada 5 minutos únicamente modificando el código de las actualizaciones del software, así como poder acceder a desactivar el control de tracción, a controlar el limpiaparabrisas o las luces. En el Ford Focus, el estudio dice que este sistema CAN Bus “no es suficientemente seguro" por los mismos motivos de control de la dirección y frenos antes descritos.
- Mandos a distancia: los sistemas de mandos inalámbricos para acceder y arrancar el coche son “muy vulnerables", según la OCU. En el estudio pudieron comprobar la gran susceptibilidad de poder ser abiertos los coches y de impedir que el conductor lo pueda arrancar con apenas un kit básico que se vende en Internet. El truco de envolver la llave en papel de aluminio, para evitar que un hacker pueda hacer una copia del código de seguridad, puede ayudarnos cuando estemos en casa.
- Sensores: los coches actuales cuentan con multitud de sensores que facilitan nuestra conducción, la hacen más segura y confortable, pero también son “carne de cañón" para los hackers. Con el VW Polo, la OCU consiguió dejar “al desnudo el sistema de aviso de posibles colisiones al retirar la insignia de la marca situada en el frontal para acceder al CAN Bus"; esto implicaría que los hackers podrían manipular fácilmente los sensores relacionados con la seguridad, como el freno anti colisión. Con el Ford Focus, vieron la facilidad para “interceptar y manipular la información de los neumáticos", con el peligro que conlleva poder circular con las presiones inadecuadas.
- Información y entretenimiento: el que los hackers puedan acceder a los servicios de a bordo del vehículo podría traducirse en un uso malintencionado de la información contenida en su interior para realizar un ataque posterior, así como la posibilidad de dejar abiertas las claves de una red wifi.
