Un conductor que apenas utiliza el coche un par de veces por semana no necesita lo mismo que quien recorre miles de kilómetros al año. Analizar el perfil del conductor al volante es clave para encontrar la póliza perfecta.
Tipos de seguros de coche: ¿cuál te conviene?
En el mercado encontrarás tres grandes modalidades de seguro de coche con las coberturas que necesites: terceros, terceros ampliado y todo riesgo. La elección no puede ser, en ningún caso aleatorio, deberá adaptarse a factores como el nivel de uso, la antigüedad del coche y las necesidades reales.
- Terceros: cubre lo esencial, es decir, daños a terceros y responsabilidad civil, es la opción más económica. Ideal para coches con varios años o uso esporádico.
- Terceros ampliado: añade protecciones como robo, incendio o lunas. Perfecto para quienes quieren un extra de tranquilidad sin pagar tanto como en un todo riesgo.
- Todo riesgo: incluye daños propios y está dirigido o es interesante para los conductores con coches nuevos o de alto valor, así como para quienes circulan mucho y desean la máxima cobertura.
Es importante pensar en el coste de reparar un daño importante y compararlo con la prima anual es una relación que ofrece pistas clave sobre cuál es la opción más rentable para cada cual.
Coberturas imprescindibles para estar bien protegido
No todas las pólizas incluyen lo mismo, y es ahí donde conviene afinar. Antes de firmar, es fundamental revisar que la compañía está ofreciendo un seguro de coche con las coberturas más interesantes, adaptado a cada realidad y no a un paquete estándar.
Algunas coberturas que conviene valorar son:
- Asistencia en carretera: mejor si es desde el kilómetro 0 y 24/7.
- Vehículo de sustitución: útil si dependes del coche para trabajar o para tu día a día.
- Cobertura de lunas: evita gastos imprevistos por roturas o impactos.
- Protección contra fenómenos atmosféricos: granizo, viento o inundaciones pueden provocar daños costosos.
- Seguro del conductor ampliado: incrementa las indemnizaciones en caso de accidente con lesiones.
La clave está en no pagar por coberturas que nunca o en muy rara ocasión se van a usar, pero tampoco escatimar en aquellas que sí podrían salvar al asegurado de un gasto elevado.
Cómo contratar un seguro de coche con las coberturas que necesites
A la hora de dar el paso, lo más importante es comparar, leer la letra pequeña y preguntar sin miedo. Un mismo tipo de póliza puede variar mucho en precio y prestaciones entre compañías.
Se deberá empezar evaluando el perfil del conductor con datos como el kilometraje anual, las zonas por las que se circula, la experiencia al volante y el valor del vehículo. Luego, será necesario utilizar comparadores fiables o solicitar presupuestos directamente a varias aseguradoras.
Antes de decidirte:
- Comprobar las exclusiones: muchas veces no se cubren ciertos daños si hay negligencia o condiciones específicas.
- Valorar la franquicia: puede reducir el precio, pero supone un coste extra si se dan reclamaciones.
- Preguntar por descuentos: fidelidad, conducción segura o contratación online suelen abaratar la prima.
En definitiva, el mejor seguro no es el más barato ni el más caro, sino el que protege en las situaciones más probables para cada conductor. Una póliza bien elegida da tranquilidad y, además, ahorrará problemas y dinero a largo plazo.
