Una de las decisiones más complicadas hoy día en la vida de los consumidores es, sin duda, la compra de un coche. El lío, reconócelo, es monumental. El coche que hace una década era el recomendable, el de combustión, hoy vive un periodo de decadencia ante inminentes normas anticontaminación que los acorralan y restricciones de movilidad que empiezan a impedirte circular con ellos con normalidad. Ay las nuevas Zonas de Bajas Emisiones…
Pero, al mismo tiempo, las nuevas tecnologías no terminan ni de convencer, ni de ser una solución real para muchas economías. Entre que las autonomías e infraestructuras de carga no son todo lo amplias que desearíamos, y que los precios de los nuevos coches de cero emisiones, ya sean los 100% eléctricos o los híbridos enchufables, están muy caros y muy por encima de los diésel y gasolina convencionales, la decisión no puede ser más complicada. ¿Qué coche me compro ahora entonces?
Para intentar dar algo más de luz a esta complicadísima decisión, la Organización de Consumidores y Usuarios, la OCU, ha publicado hoy un informe para ver posibles costes de uso de cada tipo de coche y tecnología, y posibles amortizaciones de los vehículos en función a su precio de mercado.

El hidrógeno y el GNC, fuera ya del estudio de la OCU
La OCU asegura que hoy, frente a las tradicionales alternativas de motores diésel o gasolina, con fechas ya de prohibiciones de venta en la UE, se suman nuevas opciones como híbridos, híbridos enchufables, eléctricos puros o, por ejemplo, también los bi-fuel de gasolina y GLP. Cada uno con unas características, unos precios en el mercado y unos consumos y costes de uso diferentes. De esta lista se eliminan los coches de hidrógeno, que la OCU considera que aún no son viables por ausencia de puntos de repostaje, aunque hay dos a la venta en España; y los bi-fuel de gasolina y gas GNC, que ya no se venden en nuestro país.
Con el resultante de tecnologías y tipos de motor, la OCU ha decidido calcular el coste por kilómetros los de coches, en función a cuánto supone en precio el coste de energía de cada sistema de propulsión para, por último, y en función al precio medio de mercado de cada tecnología, calcular también cuál se amortiza antes y sale más rentable. Un análisis más profundo, y que deberíamos también estimar aunque la OCU no lo haya planteado, nos lleva a valorar además otros costes fijos como son el mantenimiento, los seguros o los impuestos. Pero el informe sería ya demasiado complejo.
Así, la OCU asegura en su informe que ha calculado el coste de combustible de cada tipo de coche cada 100.000 km teniendo en cuenta el consumo y la potencia media del sector. Para ello ha seleccionado estos precios medios actuales para valorarlo: 1,63 € el litro de gasolina; 1,48 € el litro de diésel; 0,95 € por litro de GLP y 0,2 € el kWh de electricidad. En los coches híbridos enchufables se estima que el uso es un 70% de electricidad y un 30% de gasolina… un valor demasiado optimista, consideramos nosotros. Y se la seleccionado el mismo coste de seguro y mantenimiento independientemente del tipo de motor para simplificar el proceso, mientras que en los coches de GLP se valora un uso 100% con gas.
El coche de gasolina: el menos rentable, nunca lo amortizas

Con todos estos datos en la mano, llegan los resultados. Y se valora para compradores que tengan el coche durante más de 10 años. La sorpresa llega con el primer veredicto de la OCU: la tecnología más cara a largo plazo es la del motor de gasolina. A pesar de su menor precio de adquisición de los modelos, el coste de combustible a los 100.000 km es el más alto (12.250 €), por lo que nunca llegaría a amortizarse frente a otras tecnologías.
El coche diésel: más rentable que el de gasolina

Vamos ahora con el diésel, ¿interesa? Con un sobrecoste medio de 2.500 euros frente a la gasolina, el coste de combustible cada 100.000 km sería de 8.900 euros, por lo que bastarían 75.000 km para amortizarlo frente a la gasolina. Si dudas entre motores térmicos, la OCU te informa de que hoy aún sale más rentable el diésel.
El coche híbrido: más rentable que el de gasolina, pero menos que el diésel

Por su parte, el coche híbrido convencional se ha convertido en los últimos años en una gran opción de compra, al juntar un motor de gasolina con apoyo eléctrico pero sin necesidad de cargarlo ni disponer de enchufes. La OCU considera que su precio es similar al diésel, pero tiene un mayor coste de combustible a los 100.000 km, fijado en 10.000 euros por los 8.900 del diésel. Por tanto, no lo amortizarías nunca frente al diésel, pero sí a los 110.000 km frente a un coche convencional de gasolina.
El coche híbrido enchufable: más rentable que el diésel, gasolina e híbrido, pero no que el eléctrico

Continuamos con híbridos, pero ahora enchufables. Con un sobrecoste de 4.000 euros respecto al coche de gasolina, y de más de 1.500 euros ante el diésel y el híbrido convencional, su coste de combustible a los 100.000 km es mucho más reducido, empleando solo 6.400 euros en este tiempo si usas la electricidad en el 70% del tiempo, como hemos dicho al principio. Si te benéficas del Plan Moves, puedes amortizarlo en solo 25.000 km frente a un coche de gasolina, si no, sería en todo caso a los 70.000 km, y te saldría también más rentable que un diésel o un híbrido convencional si tienes habitualmente dónde cargarlo.
El coche eléctrico: más rentable que el diésel, gasolina, híbrido e híbrido enchufable

Entrando ya en el coche eléctrico puro, la OCU estima un precio de más de 7.000 euros de sobrecoste frente a la gasolina, y de 3.000 € ante el coche híbrido enchufable, por lo que, aunque su coste en energía cada 100.000 km sería solo de 4.000 euros, y menor que el resto de tecnologías, harían falta unos 85.000 km para amortizarlo frente al coche de gasolina convencional, o 30.000 si pudieras beneficiarte de las ayudas del Plan Moves. Pero, en cualquier caso, lo lograrías. Frente al diésel o el híbrido convencional también sería rentable, mientras que ante el híbrido enchufable tardarías unos 15.000 km en amortizarlo… pero lo harías.
El coche de GLP: el más rentable para la OCU… con un inconveniente

Por último, llega la gran sorpresa del informe de la OCU: el coche de gas GLP. Con un precio bastante competitivo, y solo 700 € más caro que el coche de gasolina, tiene un coste de combustible de 8.550 euros cada 100.000 km, lo que supone que lo amortices frente a la gasolina solo con 20.000 km. En total, la OCU considera que es hoy la tecnología de motor que más rentable sale y antes se amortiza frente al resto, pero tiene también un importante inconveniente: en el mercado hay poca oferta a día de hoy, prácticamente reducida además a coches pequeños de marcas como Dacia o Renault. Si te interesa, bien. Pero si buscas algo mejor o más grande, no es tu tipo de coche.