Ni siquiera hay que esperar ya al invierno: desde finales de otoño, los resfriados, los catarros y los virus respiratorios se propagan entre toda la población multiplicando los contagios o síntomas. Es difícil escaparse a padecer algún proceso de este tipo, y lo estarás comprobando tú mismo este año (el uso de mascarillas desde 2020 también ha contribuido a que ahora “pillemos”, literalmente, de todo) o en tu mismo entorno si no.
Aunque no hayas reparado en ello, en el coche se dan las condiciones óptimas para que este tipo de infecciones se multipliquen. La explicación es muy sencilla: con las temperaturas tan frías, especialmente estos días, subimos normalmente el nivel de calefacción del vehículo por encima de lo recomendado. Este contraste tan fuerte que llegamos a experimentar de temperatura entre dentro y fuera del vehículo se convierte en el aliado perfecto para resfriados y catarros.
Abusar de la calefacción, por tanto, puede convertirse en un problema de salud, por lo que, conscientes ya de ello, debemos intentar no provocar estos contrastes térmicos tan fuertes para protegernos de todo tipo de infección posterior. Oscaro, la plataforma líder en venta de recambios online, nos ofrece hoy precisamente tres importantes consejos para evitar, en la medida de todo lo posible, padecer estos resfriados o catarros por culpa de nuestros hábitos al volante.
No pongas jamás la calefacción más alta de lo recomendado ni muy rápidamente
Sí, el frío del exterior nos lleva en muchas ocasiones a elevar la temperatura del interior del coche para sentirnos lo más a gusto posible. Es un acto casi reflejo, pero, además de provocar un contraste térmico muy alto que no es bueno, tiene otro inconveniente: al encenderla nada más subirnos y poner en marcha el coche, lo que se consigue de inicio es la salida de una corriente de aire frío hasta que coge temperatura, además de un esfuerzo extra al motor. Lo aconsejable así es esperar unos cuantos minutos para encender la calefacción y ponerla a una temperatura normal.
Orienta siempre hacia abajo la ventilación
Debes saberlo: el aire caliente siempre tiende a acumularse en la parte superior de cualquier espacio, elevándose como uno de los principios básicos de la física. Por eso, cuando entres al vehículo, lo recomendable es que abras la rejilla de ventilación al encender la calefacción y orientarla hacia los pies. Así, la distribución terminará siendo más homogénea y rápida, envolviendo de esta forma todo el habitáculo de la mejor manera.
Mantén esta temperatura: evitarás resfriados y el coche consumirá menos
Todos los expertos así lo indican: la temperatura ideal del interior de los coches es entre 19 y 21 grados durante todos los trayectos. Por encima de este rango de calor, se propicia un ambiente demasiado cargado que tampoco favorece la conducción, se incurre en un mayor gasto de combustible del coche y se provoca un gran contraste térmico de temperatura que puede provocar, finalmente, un constipado, catarro o resfriado. También es recomendable apagar la calefacción antes de llegar al destino final.