Circular con más de 65 años: ¿Limitar la conducción a la tercera edad?

Los conductores de la tercera edad están en el punto de mira. ¿Generan más accidentes? ¿Debería dejarse de conducir a cierta edad? ¿Son más inseguros? Respondemos estas y otras preguntas sobre conducir cuando se superan los 65 años.

Alberto de la Torre. Twitter: @autopista_es

Circular con más de 65 años: ¿Limitar la conducción a la tercera edad?
Circular con más de 65 años: ¿Limitar la conducción a la tercera edad?

Seguro que te has encontrado con alguno. Avanza por la carretera despacio, pegado a la derecha, con un coche que podría ser catalogado como clásico y que trata de pegarse lo máximo posible al parabrisas delantero. Y no mientas, tú también has pensado que así no se puede conducir.

Es la primera imagen que acude a nuestra cabeza cuando unimos en un mismo discurso las palabras “conducción” y “edad avanzada”. Pero, ¿es una realidad? Lo cierto es que, como casi siempre, la excepción suele ser el lugar sobre el que ponemos el ojo. Mucho más cuando no nos sentimos identificados con el conductor de al lado. Dejemos las percepciones a un lado y repasemos los datos para comprobar cuál es la realidad de nuestro país.

Señores mayores

Un millón de conductores mayores de 70 años

Los datos son los datos. Indiscutibles. Según el último censo del INE, en España hay 408.307 conductores por encima de los 74 años. Y 590.630 conductores más si ampliamos el espectro a los mayores de 70 años. Una situación que deja a España con casi un millón de personas que tienen el carnet en vigor por encima de los 70 años de edad, aunque no hay datos de cuántas de estas personas suelen utilizar realmente el coche.

Y es aquí donde nos encontramos con un problema. A la hora de renovar un carnet de conducir, los conductores entre 18 y 65 años lo harán de diez en diez años, mientras que una vez superada la barrera de los 65 años se hará cada lustro (apartado 2 del artículo 12 del Reglamento General de Conductores). Sin embargo, hay que tener en cuenta que las capacidades físicas pueden empeorar gravemente cuando nos adentramos en estas edades, no es lo mismo alguien que renueve el carnet de los 30 a los 40 años que de los 75 a los 80.

¿Qué nos encontramos en el resto de Europa? El abanico es muy amplio y España no está situada en ningún extremo. Tal y como recoge Circula Seguro, en Dinamarca los plazos se van acortando hasta la obligatoriedad de pasar un examen anual a partir de los 80 años. En Reino Unido la renovación a partir de los 70 años es cada 36 meses y en Portugal cada dos. En los extremos más destacados, en Finlandia hay que someterse a una prueba cada cinco años a partir de los 45 y a partir de los 70 la renovación depende del médico de cabecera, que marca los plazos que considere oportunos. Por el contrario, Bélgica, Francia o Alemania no requieren renovación o ésta no está delimitada por la edad.

No todos los problemas son físicos

Pese a todo, hay datos rotundos en relación a los accidentes de tráfico entre mayores. Las personas que superan los 65 años tienen menos accidentes que los más jóvenes, pero éstos son más graves y suelen acabar con algún fallecido. Esto tiene mucho que ver con que la resistencia física del conductor es mucho menor, pero también con que sus coches suelen ser más antiguos y con que no todo depende de las capacidades físicas.

Hasta ahora, los exámenes psicotécnicos se basan en la visión, la audición o la coordinación, pero Nacho Calvo, psicólogo especializado en los miedos al volante, asegura que las capacidades físicas no debería ser lo único que nos conceda el permiso de conducir. “Las posibilidades de desregulación emocional no son evaluadas, ya no sólo la ansiedad en la conducción que tiende a que la gente deje de conducir, sino sobre todo las explosiones de ira, que según algunas investigaciones se han demostrado más peligrosas incluso que el consumo de alcohol”, señala Calvo.

En este mismo sentido, Calvo nos explica que “según diversos estudios, el miedo al conducir tiende a aumentar con la edad, principalmente por una combinación de incremento de estresores, hiperresponsabilidad , desregulación emocional y pérdida de capacidades”, lo que hace que la ventaja ganada por la experiencia la perdamos por estos factores psicológicos.

Señor mayor

A más edad, menor adaptación

Otro de los problemas que nos encontramos conforme nos hacemos mayores es nuestra capacidad de adaptación. Las inversiones a largo plazo suelen ser menores y conocer nuestro entorno facilita que al tiempo que envejecemos optemos por aquello de “malo conocido”. Este es uno de los factores que explican que la edad media de los coches con un accidentado mayor de 65 años tenga más de 11 años de antigüedad, por lo que sus ocupantes no pueden beneficiarse de los últimos sistemas de seguridad pasiva.

En este sentido, RACE realizó una campaña junto a Liberty con el objetivo de repasar las reglas básicas de conducción y mostrar a personas de la tercera edad cómo funcionan este tipo de sistemas en los coches nuevos y cómo pueden beneficiarse de ellos. Durante el curso, los asistentes, de una media de edad de 70 años, pudieron refrescar conocimientos y probar algunas de las innovaciones a las que por uno u otro motivo no han tenido acceso, así como aprender a reaccionar en situaciones límite.

También relacionado con la adaptación al entorno, desde el RACE se nos señala que la mayor parte de los participantes aseguraban encontrarse en perfectas condiciones para conducir aunque, a continuación, señalaban que en muchos casos limitaban su conducción a trayectos cortos y muy repetidos en su día a día, es decir, a entornos que ellos mismos consideraban seguros. Tan solo unos pocos utilizaban su coche para moverse durante sus vacaciones o a una segunda residencia y la luz del día parece ser un condicionante casi imprescindible para que puedan ponerse detrás de un volante.

Conducir mayores

“Me gusta conducir”

Y para comprender qué perfil se sienta detrás del volante una vez pasados los 65 años, qué mejor que preguntarles a ellos mismos. Jennifer, de 69 años y participante del curso del RACE antes mencionado, nos explica que a ella le gusta conducir y que lo hace casi a diario para sus laborales domésticas. Además, nos cuenta que no se siente identificada con ese perfil de conductor mayor inseguro y afirma que no dudará en dejar de conducir el día que note problemas para circular de manera segura. “Los años de experiencia mejoran el sentido común y ya no soy como cuando era joven, si tengo que tardar 10 minutos más no pasa nada. Alguien que coge su coche por primera vez recién sacado el carnet es más peligroso que yo”.

Por eso mismo dice que sus reflejos pueden no ser los de antes, pero que no los somete a la exigencia necesaria para que fallen porque circula con más cabeza que hace unos años. Además, cree que iniciativas como las del RACE y Liberty son muy necesarias porque los automóviles han cambiado mucho desde que cogió su primer coche en los años 60 y hay que saber cómo puede responder un coche moderno en una situación de emergencia.

Miguel y Jesús, mayores ambos de 70 años, sí se ajustan más al perfil que podríamos tener en mente cuando hablamos de conducción a edad avanzada. A ambos les gusta conducir, pero tienen claro que sus capacidades físicas han disminuido lo suficiente para que sólo utilicen el coche en recorridos que les son imprescindibles o que ya conocen de memoria, como ir a la compra o viajar hasta una segunda residencia. Además, nos señalan que la conducción de noche la tienen prácticamente desterrada.

Y pese a ello, sus ganas de aprender sobre aspectos relacionados con la conducción moderna son casi nulas. Pese a tener un coche de más de 17 años, Miguel dice no mostrar ningún tipo de interés sobre cursos como los organizados por RACE y Liberty. “Mi hijo tiene un coche más moderno y yo lo utilizo sin ningún problema”. Parece que el exceso de confianza es un problema que va aparejado a cualquier grupo de edad.

Conducir mayores

Tolerancia y empatía al volante

Na vez aquí, nos preguntamos hasta qué punto un conductor de edad avanzada es más peligroso que alguien más joven. Inquirimos a Nacho Calvo sobre el aspecto psicológico de tres grupos de edad. Ponemos el ejemplo de un conductor de mediana edad, estresado por su trabajo, su conciliación familiar y sus tareas del día a día, en el que es evidente que sus preocupaciones son mayores que las de alguien anciano. Pese a ello, Calvo nos asegura que este conductor es menos peligroso, ya que sus capacidades físicas pueden suplir estos problemas.

Donde sí muestra más dudas es en el caso de un conductor novel. En comparación a un conductor de edad avanzada, Calvo considera que alguien que se saca el carnet con 18 años puede suponer más problemas al resto del tráfico por su inexperiencia, estar en una etapa postadolescente y por la tendencia propia de esta edad a querer buscar nuevas experiencias.

Por ello, personalmente creo que tenemos un problema de empatía con los conductores más ancianos. Hay que pensar que todos llegaremos a una edad en la que veamos mermadas nuestras capacidades físicas y que presionar a esta persona en la carretera la volverá más insegura al volante. Si podemos empatizar con las maniobras inadecuadas de los conductores noveles o de nuestra edad, ¿por qué no somos capaces de solidarizarnos con los mayores? Sencillo, porque no hemos pasado aún por dicha edad.

Prohibición

Prohibición no, pero sí más vigilancia

Repasados todos los testimonios, nadie se atreve a afirmar que la edad deba suponer una retirada inmediata del carnet de conducir. Y es que, las capacidades psicológicas y físicas pueden variar en gran medida al tiempo que cumplimos años. Por ello, tanto Nacho Calvo como el RACE apuestan por una vigilancia más intensiva y extensa de este grupo de edad.

En ambos casos, tanto Calvo y el RACE consideran que los exámenes psicotécnicos deberían repetirse con mayor asiduidad una vez cumplidos los 70 años. Incluso, Calvo califica estos exámenes como “bastante laxos” en su opinión y desde el RACE apuestan por una colaboración del médico de cabecera con las autoridades, para que éste pueda retirar el carnet de conducir a quien considere que éste no se encuentra en las condiciones suficientes como para llevar un vehículo con garantías. Aunque también dejan claro que es una petición que debería extenderse a cualquier grupo edad.

En resumen, la edad no debería ser impedimento para conducir pero, una vez llegado el caso, el conductor debe ser el primero en entender que sus capacidades puedan impedirle realizar una conducción segura y que, si esta persona no puede o no quiere percatarse, las autoridades competentes deberían vigilar más de cerca su estado físico.

También te puede interesar:

Las infracciones de tráfico más frecuentes en los conductores mayores de 65 años

Conductores mayores de 65 años: ¿son un peligro en la carretera?

Flexibilidad laboral o cómo reducir los atascos