Cártel de marcas alemanas: registros en las sedes de BMW, Audi, Daimler y VW

El caso del cártel de las marcas alemanas, que acusa a varios fabricantes de pactos ilegales desde los años 90, vuelve a escena. Sedes de BMW, Daimler, VW y Audi ya han sido registradas.

Jordi Moral. Twitter: @jordimoralp Fotos: Cordon Press.

Cártel de marcas alemanas: registros en las sedes de BMW, Audi, Daimler y VW
Cártel de marcas alemanas: registros en las sedes de BMW, Audi, Daimler y VW

El proceso del conocido como “Cártel de las marcas alemanas” (en el enlace anterior encontrarás todas sus claves) sigue su curso y vuelve esta semana a la máxima actualidad. Y lo hace precisamente en una industria del motor que vive también al mismo tiempo todavía conmocionada por otro escándalo nacido en Japón y por el que numerosas marcas de coches habrían comprado a Kobe Steel piezas falsas y materiales sin certificación oficial. Parece por tanto que la tranquilidad no llega a los cuarteles generales de las principales automovilísticas mundiales.

El conocido y posible cártel de marcas alemanas saltó a primera plana el pasado mes de julio, cuando la revista germana Der Spiegel y las agencias Reuters y Europa Press daban a conocer las primeras informaciones sobre la investigación abierta por la Comisión Europea por la presunta existencia de un cártel de fabricantes de vehículos a motor que, siempre supuestamente, habría pactado durante décadas numerosos acuerdos y prácticas anticompetitivas: como el precio de los sistemas de tratamiento de emisiones de los coches Diesel, la elección de proveedores, el precio de las piezas, el tamaño de los depósitos de AdBlue, e incluso numerosos aspectos relaciones con el desarrollo de los coches, como frenos, cajas de cambio o mecánicas de gasolina.Cártel marcas

Registro en las oficinas de BMW, Daimler y Audi

Entre las marcas implicadas en este escándalo económico que ha sacudido a la siempre honorable industria alemana, figuraban Audi, BMW, Volkswagen, Porsche y Daimler. Pues bien, hoy hemos conocido a través de la agencia Europa Press que ya han arrancado las inspecciones a las sedes, entrando primero el pasado lunes 16 de octubre y por sorpresa a las instalaciones de BMW en Múnich, según confirmaron fuentes de la propia marca y del Ejecutivo comunitario.

Dicho registro estaría obviamente relacionado con las sospechas de incumplimiento de las normas europeas que prohíben prácticas empresariales restrictivas. Esta inspección se realizó junto a las autoridades de la competencia alemana, que también están participando en las denuncias y en todo el proceso de investigación con visos a aclararlo lo más pronto posible. La Unión Europea, eso sí, ha aclarado que este paso preliminar “no significa que las compañías investigadas sean culpables de prácticas anticompetitivas”, sino que forman parte de una investigación para la que no hay fijada una fecha límite. Según ellos, la complejidad del escándalo, así como la cooperación de las propias marcas o la ejecución de su derecho a la defensa, serán las que marquen todo el proceso.

Ante la magnitud de estas informaciones, BMW ha querido rápido salir al paso de las acusaciones iniciales subrayando la diferencia entre posibles violaciones de leyes de competencia y otras acusaciones de manipulación ilegal de tratamiento de gases de escape, en las que están involucradas otras marcas como Volkswagen. “BMW no ha sido acusada de esto último. Nuestros coches no han sido manipulados y cumplen con todos los requisitos legales”, han apuntado fuentes de la compañía.

Por su parte, en las últimas horas Automotive News está informando también de registros en las sedes de Daimler, en Stuttgart, así como en las instalaciones de Volkswagen en su cuartel general de Wolfsburg, y de su filial de lujo Audi en su sede de Ingolstadt.

Daimler pide inmunidad

Pero, ¿y cómo están respondiendo todos los fabricantes implicados? Pues de momento, el Grupo Volkswagen, a través de sus filiales VW, Audi y Porsche, se mantiene expectante ante el curso de la investigación y sin pronunciarse, pero quien sí parece haber pasado al ataque es Daimler. El grupo de Mercedes-Benz aseguró el pasado viernes haber presentado “una solicitud de inmunidad contra las multas de la Comisión Europea por supuestos acuerdos de competencia”.

DaimlerAl parecer, la marca podría acogerse a esta solicitud en el caso de que, ante una investigación de cártel, fuese la primera en informar a la Comisión de acuerdos no detectados, proporcionado suficiente información al proceso”. De momento, desde Bruselas no se ha querido identificar la fuente primaria de la información para no poner en peligro su investigación, limitándose a decir que “Daimler coopera con la Comisión”.

Conocemos ahora todas estas informaciones cuando ya aseguramos en su día que la implicación de Daimler en el supuesto cártel de marcas no se habría producido, según Der Spiegel, hasta el año 2011, mientras que la supuesta asociación entre Audi, BMW, Porsche y Volkswagen se remontaría a los años 90.

Máxima tensión entre marcas

Al mismo tiempo, estas últimas informaciones apuntadas ahora por Europa Press podrían explicar también algunas de las noticias de las que ya informamos el pasado mes de julio. En una de ellas, por ejemplo, recogíamos que la investigación por supuesto cártel había desembocado en que BMW anunciara la suspensión de conversaciones con la propia Daimler tras la filtración de la investigación. Al parecer, y por causas que entonces no se reconocieron y que ahora podríamos entender, BMW rompía conversaciones para colaborar con Mercedes en la construcción de postes para recargar coches eléctricos.Daimler y BMW

Poco más podemos añadir de momento a una acusación de hipotético cártel que, supuestamente, habría actuado a través de hasta 60 comités industriales secretos entre las marcas, donde unos 200 empleados habrían participado y pactado durante años. De confirmarse las peores acusaciones, las marcas implicadas podrían hacer frente a sanciones de hasta el 10 por ciento de su volumen total de negocio, cifras muy elevadas que podrían ascender en algunos casos a más de 20.000 millones de euros. Como antecedente figura la multa récord impuesta en el sector de camiones a Daimler, DAF, Renault, Volvo e Iveco: casi 3.000 millones de euros por acordar precios en la venta de 1,1 millones de vehículos.