Bush aboga por una normativa más dura sobre emisiones contaminantes

La administración Bush ha asegurado que va a promover de manera inmediata una profunda revisión de la normativa sobre las emisiones contaminantes en automoción, que tiene como objeto endurecer los límites permitidos en los vehículos, los cuales se han mantenido inalterados los últimos 26 años.

El secretario de Transporte, Norman Mineta, ha enviado una carta a los miembros del Senado en la que les pide que permitan a la Agencia Federal de Seguridad Vial y Tráfico iniciar un proceso de reelaboración de los baremos del consumo de combustible estipulado en los Estados Unidos.

De este modo, la norma Corporate Average Fuel Economy (CAFE) -Ahorro Corporativo Promedio de Combustible-, vigente desde 1975 para la consecución de la eficiencia energética, podrá ver modificados sus trasnochados límites, acomodándolos a la capacidad actual de la industria de la automoción. En estos momentos, el consumo máximo admitido en automóviles es de un galón por 27,5 millas recorridas y, en vehículos comerciales, de uno por cada 20,7.

"Me gustaría trabajar con vosotros y con el Congreso para permitir que la agencia comience, inmediatamente, su trabajo de reforma de la normativa, en conformidad con la legislación vigente, y así reformar las exigencias relacionadas con la eficiencia del combustible en los vehículos", ha escrito el político.

La nueva política energética de los republicanos choca con la oposición frontal que ejercieron durante el gobierno Clinton, que pretendía el establecimiento de baremos duros.

Si en aquella ocasión el apoyo de los fabricantes de automóviles a la opción republicana pudo más que la preservación medioambiental, esta vez el repunte de los precios de gasolina ha sido más determinante que la presión de la industria. La administración Bush busca así anotarse un tanto ante los consumidores, cuya economía es tan sensible a los vaivenes energéticos.

En estos momentos, el gobierno espera, dentro de su plan nacional de energía, un estudio sobre combustión eficiente elaborado por la Academia Nacional de Ciencias. Esa evaluación podría determinar los límites para una propulsión racional.