BMW no cree que Phoenix consiga el dinero para comprar Rover

Una semana después de iniciar sus conversaciones, la multinacional alemana no confía en las posibilidades del consorcio británico "Proyecto Phoenix", que busca dinero desesperadamente.

Fuentes de BMW aseguraron ayer que la marca no tiene esperanzas en las posibilidades de Phoenix para hacerse con Rover. Ambas empresas llevan negociando una semana, después de que los alemanes decidieran abandonar las conversaciones que mantenían con Alchemy Partners, un grupo de capital riesgo londinense. BMW seguirá trabajando en un posible acuerdo, pero no confía en las posibilidades de Phoenix. Si a finales de mayo no se ha llegado a un acuerdo firme, BMW no tendrá más remedio que cerrar la producción de Rover, al menos la de su planta principal, la de Longbridge, situada en Birmingham, al nordeste de Inglaterra.
Desde Phoenix, su fundador, John Hemming, afirma que su compañía quiere salvar dos tercios de la plantilla de Rover y que la marca podría tener beneficios en el año 2002, aunque para ello sea preciso recortar costes. "La firma deberá alcanzar de nuevo prestigio a través del márketing y la promoción", señala Hemming.
Mientras se decide su suerte, Rover ha hecho balance del mes de abril y ha descubierto, para su alivio, que sus ventas subieron. Un total de 22.000 unidades de la marca se vendieron durante el mes pasado, el doble de los vendidos en los dos meses anteriores. El aumento de las matriculaciones se debe sobre todo a los descuentos ofrecidos, pero también a la buena acogida del Rover 75.