Los radares de tramo son aquellos en los que hay una cámara al principio de dicho tramo y otra al final. Se fija un tiempo teniendo en cuenta una velocidad media, por ejemplo 70 km/h, en caso de que rebajes ese tiempo querrá decir que has ido a más de la velocidad permitida de media en ese tramo.
Controversia con estos radares
Si bien es cierto que en Francia se están quitando, en España ya hay en torno a un centenar de ellos. Con esto la DGT se asegura que aunque vayas más rápido en una zona del tramo, deberás ir más despacio en otras para no acarrear sanción. Esto supone que no puedas hacer el “truco” de ir por encima de la velocidad, frenar justo antes del radar y volver a subir la velocidad inmediatamente después para salvar la cámara.
Pues bien, es nuestro país vecino, Portugal quien ahora está testando estos radares para ponerlos después de manera definitiva. Esto es de nuestro interés, especialmente de muchos habitantes de Galicia, Castilla y León, Extremadura y Andalucía que viven cerca del país luso y que acuden allí con frecuencia. Por ello vamos a dejar una lista con las ubicaciones de estas zonas según han informado medios portugueses.
¿Dónde se situarán los radares?

El primero de ellos se situará en la A-3 en Oporto. El resto estarán repartidos por todo el territorio portugués. Se situarán entre la A-1 y la EN-109 en Coímbra, también en la A-1 en Santarém y en Évora, en la A-6 y en la IP-2.
Lisboa contará con cuatro radares en la A9, en la EN10, en la EN6-7 y en la IC19. Setúbal tendrá uno más, estando situados en la EN10, la EN378, la EN4, la EN5 y la IC1. En Aveiro habrá uno en la A41, en Faro en la EN398.
En Beja habrá dos, situados en la EN206 y en la IC1 y uno en Castelo Brancos situado en la IC8.
¿Cuál es la intención de estos radares?
Sin discutir por supuesto el hecho de que los gobiernos deseen el menor número de accidentes posibles, es evidente que el afán de estos nuevos radares es el recaudatorio. Saben que muchos conductores conocen ya los radares fijos y como decíamos anteriormente, frenan y prosiguen su marcha.
No obstante, a la hora de querer reducir la velocidad de los conductores, es evidente que este método es mucho más efectivo que los radares de siempre en los que puedes ir a 200 km/h, ponerte a 80 km/h y una vez que has pasado por la cámara, volver a acelerar tu marcha. En este caso, es probable que si te pones a 200 km/h, el resto del recorrido del tramo debas hacerlo a 10 km/h, lo que no tendría ningún sentido ni te haría ahorrar absolutamente nada de tiempo el haber ido tan rápido antes.