En 2018, último año con estadísticas cerradas, las ITV detectaron más de un millón de defectos graves relacionados con las emisiones contaminantes en los turismos. Y, tal y como ya te contamos hace unas semanas, el fallo más habitual puede llegar a tener un coste de hasta 500 euros para el usuario. Se trata del tercer motivo de rechazo en las ITV, un apartado que no deja de subir año a año, especialmente desde que entrara una nueva normativa de mediciones. Sin embargo, ahora hemos conocido que las inspecciones volverán a evolucionar, sobre todo, por la sofisticación de la tecnología de los vehículos.
Hablamos con Guillermo Magaz, director gerente de AECA ITV sobre cómo se realizan actualmente las mediciones y cómo se realizarán en el futuro. “Desde la aprobación del Real Decreto de 2018, -nos comenta-, se ha evolucionado un sistema de comprobación de emisiones mediante los códigos de diagnosis del vehículo. Nos conectamos a través del OBD, no solo metemos el sensor de emisiones por el escape y vemos la opacidad, sino que nos conectamos a la centralita que nos muestra si tiene manipulación y si funciona, mediante los códigos que se van generando. Y nos encontramos con que en un coche Euro 6 hay 100 códigos de error que indican algún problema".
Las ITV también medirán NOx y otras partículas
Pero este sistema actual de OBD y opacidad combinado no va a ser eterno, nos comenta. “A nivel europeo todo indica que en el futuro vamos a medir en las ITV, NOx y partículas de forma real. Hay distintas opciones siempre teniendo en cuenta que una ITV no es un laboratorio y tenemos que buscar sistemas que sean rápidos, no puedes tener a alguien cuatro horas para pasarla, para verificar que el vehículo está bien pero que no suponga un coste asociado a la persona y requiera tiempo excesivo porque si no, no funciona.
Pero, ¿qué opciones se están barajando? Actualmente, nos cuenta, “hay tres líneas de trabajo. La primera es el banco de potencia. Se analiza los NOx a base de meterle carga en el banco de potencia. En Sudamérica funciona el banco de potencia pero los tiempos de espera son muy elevados a diferencia de aquí. La segunda es la carga estática. Con el vehículo parado, se mete carga de motor a través de determinados elementos del vehículo, luces, aire acondicionado… Se hace una estimación del NOx que emite y se proyecta a alta carga.
"Hay un tercer sistema que es la medida al paso, con infrarrojos, que requiere de una pista de entre 150 o 200 metros, con tres puestos, de forma que los vehículos pasan por ellos acelerando y tres máquinas distintas van detectando a cada paso cuáles son los consumos".
¿Cuál será el elegido? "Cada uno tiene sus pros y sus contras y desde el punto de vista de estaciones estamos viendo cual es el sistema más adecuado. Nosotros somos la herramienta de la Administración, es ella al que tiene que definir la situación mejor. Nosotros investigamos para ver qué sistemas existen y ofrecer una amplia línea de opciones válidas y que estén testeados para que cada inspección y que cada CCAA decida si elegir un sistema u otro y que sean igual de válidos". Pero está claro que muy pronto las ITV cambiarán... y se endurecerán.