No cabe duda que tener el coche asegurado a todo riesgo es la mejor forma de protegerte a ti, a tu cuenta bancaria y ante terceras personas ante posibles e indeseados imprevistos. Sin embargo, tener contratada una póliza a todo riesgo no significa que se cubran todos los casos existentes.
La mayoría de ellos se deben a errores o negligencias por parte de la persona asegurada (o directamente no asegurada), como por ejemplo el de no pagar la cuota que corresponda, que obviamente anulará cualquier reclamación que quieras hacer ante tu compañía de seguros. Te traemos 10 casos o circunstancias en los que el seguro no cubrirá tus gastos, aunque verás que algunos de ellos sí están cubiertos por otro tipo de salvaguardia.
Desastres meteorológicos y naturales
Comenzamos precisamente por esta última situación. Desde el pasado año 2016, es el Consorcio de Compensación de Seguros el que realmente te indemnizará si tu coche se ve afectado por diferentes fenómenos de la naturaleza, tales como terremotos, maremotos, inundaciones extraordinarias, fuertes rachas de viento… Para que esto suceda, previamente has de tener contratado un seguro a todo riesgo o a terceros mejorado, con el cual aportes la correspondiente cuota a dicho Consorcio.
Tener un accidente con la ITV caducada
Entra dentro de la lógica: llevar la ITV caducada entraña sus riesgos, y si sufres un accidente tu seguro no se hará cargo. Claro que sí debería hacerlo si, por el contrario, tu coche ha estado afectado en un accidente, no ha sido el causante y se demuestra que el no haber pasado la ITV no ha tenido que ver con el siniestro.
Conducir bebido o drogado
Aquí no te pueden entrar dudas, ¿no? Aparte del riesgo que supone para ti y para el resto de personas de la vía (otros conductores, acompañantes, peatones, ciclistas…), y de la correspondiente multa por conducir borracho o bajo los efectos de las drogas, o mismamente haber causado un accidente en estas circunstancias, el seguro no responderá ante tales actos y consecuencias.
Conducir sin carné
En la misma línea que el caso anterior. Piensa simplemente en si serías capaz de contratar una póliza de seguro de un coche sin tener el carné de conducir, tenerlo en regla o sin puntos. ¿No, verdad? Pues si causas un accidente, con toda lógica, tu aseguradora mirará para otro lado.
Casos de fraude con familiares, vecinos, por tu cuenta…
Tirar de picaresca con los seguros de automóviles no suele ser la mejor opción. Estos no van a dudar en recurrir a peritos o detectives para demostrar, si es el caso, que el coche ha sufrido daños de forma voluntaria por la persona asegurada o que se ha involucrado a un familiar, un vecino, compañeros de trabajo… para que el seguro se haga cargo de los arreglos de tu coche.
Irte de carreras
Si utilizas tu coche para participar en carreras legales en circuito, en rallyes, en subidas de montaña, en raids… más allá de las consideraciones que implica, con una preparación específica para adaptar los elementos de seguridad necesarios, deberías contratar un seguro específico para este tipo de pruebas. Una póliza convencional no te cubre cualquier incidente. Y no hablemos ya si el coche implicado ha participado en una carrera ilegal…
Conducir por vías sin asfaltar
Si eres de los que mete su coche con frecuencia en caminos sin asfaltar, deberías pensar en contratar una póliza que te proporcione una cobertura específica para los casos en los que necesites asistencia lejos de las vías aptas para la circulación de vehículos. De no ser así, te puedes quedar sin respuesta por parte de tu seguro.
Exceder número de pasajeros o carga
Cada vehículo tiene un número de plazas estipulado y un peso máximo que admite. Fíjate, lo pone en la ficha técnica de tu coche. Si tienes un accidente y no se han respetado uno o los dos límites… ya sabes la respuesta, ¿no?
Conductores menores de 25 años no declarados en la póliza
Ten cuidado si tienes menos de 25 años y conduces un coche en el cual no figuras en la póliza del seguro; es una situación muy recurrente, cuando se hace un uso ocasional de un coche de un familiar, por ejemplo. Si tienes un accidente, el seguro se puede desentender al no constar tu nombre en la póliza del vehículo afectado, y será su propietario el que deba responder ante cualquier daño a título personal.
Coches tuneados: equipamiento no declarado
Si introduces algún accesorio extra a tu vehículo y este no es de fábrica, primero deberías comunicárselo a tu seguro y, por lógica, estos elementos introducidos en el coche deberán estar correctamente homologados. Las aseguradoras te permiten contratar pólizas específicas para estos coches tuneados, pero a un precio mayor, y ahora entenderás el porqué: piensa que los típicos accesorios de tuning hacen de tu coche más atractivo o más prestacional, lo que lo convierten en un mayor reclamo para los ladrones.