Es difícil y, sobre todo, muy fatigoso. Pero es posible. Anular una multa impuesta por la DGT puede suponer todo un quebradero de cabeza, pero la satisfacción del multado y el suspiro de alivio de miles de conductores tampoco tiene precio.
Como te contamos ayer, un juzgado de Madrid ha dictado una sentencia histórica ya que la DGT tiene que retirar una sanción económica y de puntos por no haber podido identificar al conductor del vehículo.
Todo comenzó cuando el organismo cazó a un vehículo que circulaba a 160 km/h en un tramo limitado a 120 km/h. La sanción de 300 euros de multa y 2 puntos del carné le fue adjudicada al propietario del vehículo, quien se había negado a identificar al conductor del coche. Sin embargo, el Juzgado de lo Contencioso número 6 de Madrid ha anulado la multa, al considerar que se vulnera la presunción de inocencia del conductor, ya que no se podía demostrar que fuera él quien manejaba el automóvil.
Otras sentencias famosas
Entre las últimas noticias que hemos tenido sobre multas de la DGT que han sido anuladas, destacan dos casos por encima del resto: el conductor que venció a Pegasus y el ciudadano que consiguió que casi 16.000 multas quedaran en papel mojado.
El primer caso es un claro ejemplo de que siempre hay que cumplir con nuestros deberes. Cazado mientras conducía a 138 km/h en un tramo limitado a 100 km/h (y sancionado, por tanto, con 300 euros de multa y 2 puntos en el carné de conducir), el conductor no dudó en recurrir la sanción, asegurando que el radar no había pasado las revisiones obligatorias. Tal y como se demostró en el juicio, la caja que contiene el radar llevaba sin ser examinada más de los seis años de plazo máximo que determina la ley.
El segundo es el de un pequeño héroe ciudadano. Un conductor asturiano fue multado hasta tres veces en la salida del túnel Ángel Uriel en la A-66, que une Gijón con Sevilla. Allí, un radar fijo (precedido de una señal de 90 km/h) controlaba la velocidad a la que pasaban los conductores. El problema es que, apenas unos metros después, otra señal eliminaba las prohibiciones anteriores, por lo que la velocidad volvía a ser de 120 km/h. Era tras la señal donde el radar tomaba los datos de velocidad de los coches. Tras mucho recurrir, la justicia dio la razón a este conductor, anulando, además, los 15.844 expedientes sancionadores que se habían puesto hasta entonces.
Otros errores de la DGT
Este último caso no es el único en el que la DGT ha cometido un error flagrante a la hora de controlar la velocidad de los vehículos que circulan por la carretera.
En octubre te contamos que más de 2.500 sanciones impuestas en la N-330 a la altura de Zaragoza han sido anuladas, ya que el cinemómetro estaba calibrado para multar a todos aquellos que circularan por encima de los 90 km/h, en lugar de los 100 km/h que especificaban las señales de la carretera. En total, han sido 252.700 euros los que ha tenido que devolver la DGT.
Y otras sanciones que pueden ser anuladas en un futuro son las referentes a los radares de tramo de las carreteras secundarias. La bajada a 90 km/h de todas ellas ha traído un dolor de cabeza más a las oficinas del organismo, ya que como han señalado desde Automovilistas Europeos Asociados (AEA), estos controladores de la velocidad no tienen en cuenta que un vehículo puede superar hasta en 20 km/h la velocidad máxima si necesita adelantar, por lo que la media total de ese tramo podría ser superior a los 90 km/h sin haber cometido una infracción. Seguiremos pendiente de cómo avanza este recursos de la organización de defensa de los conductores.