A partir del 1 de septiembre todos los coches de nueva matriculación tendrán que cumplir con la nueva norma de homologación de emisiones WLTP. Dejará atrás el anterior sistema de medición NEDC, mucho menos realista, ya que se realizaba en laboratorio. Y es que la norma WLTP ya tiene en cuenta situaciones reales en carretera, lo que provocará que las emisiones de muchos modelos suban.
Con la norma WLTP a la vuelta de la esquina y el objetivo de emisiones fijado por la Unión Europea para 2021, los fabricantes de coches tendrán ahora que luchar contrarreloj para reducir las emisiones contaminantes de sus coches nuevos.
La Unión Europea ha marcado para 2021 un objetivo de 95 gramos de CO2 por kilómetro de emisiones para los coches nuevos. Pues bien, según un estudio de la consultora norteamericana IHS Markit, las marcas se encuentran actualmente lejos de conseguir alcanzar ese objetivo. La consultora pronostica que la emisión media de los vehículos nuevos vendidos en la Unión Europea en 2021 superará en 8 gramos el objetivo marcado, lo que traerá consigo sanciones millonarias de más de 14.000 millones de euros para los fabricantes.
En palabras del director asociado de IHS Markit, Vijay Subramanian, “Si las empresas no pueden cumplir con los objetivos a tiempo, se podrían enfrentar a multas de 624 euros de promedio por vehículo a finales de 2020, con un aumento adicional de 190 euros en 2021 estimulado por el cambio definitivo a la nueva norma WLTP."
Según el estudio, si se hace una equivalencia entre las dos normativas, el objetivo de 95 gramos de CO2 por kilómetro se transforma en 114,9 gramos por kilómetro si se utiliza el nuevo método WLTP. Si la industria sigue como hasta ahora, superará esta cifra en ocho gramos.
Los coches eléctricos no serán suficientes
El estudio también pronostica que en 2021 los coches eléctricos sólo representarán el 4 por ciento de las ventas en Europa y los híbridos el 19 por ciento, cifras insuficientes para poder reducir en gran medida las emisiones de gases contaminantes de los coches. Actualmente los coches eléctricos soólo contabilizan el 1,5 por ciento del total de las ventas de coches nuevos en Europa. Sólo Noruega cumple con el objetivo de 2021, con una media de emisiones por automóvil nuevo de 93 gramos por kilómetro.
En España, en 2016 la media de emisiones de los coches nuevos fue de 114,4 gramos de CO2 por kilómetro. Sí, lejos de las cifras del país nórdico, pero mejores que las de países como Alemania, que fueron 126,9 gr/km, o Reino Unido, con 120,1 gr/km.
ACEA, la Asociación de Fabricantes Europeos de Coches, de boca de su presidente, Carlos Tavares, cree que es necesario que la legislación “evalúe la disponibilidad de una infraestructura de puntos de recarga para estos vehículos y la madurez del mercado del vehículo eléctrico".
El Diesel en España
La batalla contra el Diesel que está librando el Gobierno de Pedro Sánchez en España tampoco es del agrado de los fabricantes. Desde Anfac, la Asociación de Fabricantes en España, creen que “las manifestaciones al respecto del Diesel están provocando una caída en picado de las ventas, cuando estos coches tienen unas emisiones de NOx (óxidos de nitrógeno) y partículas similares a los vehículos que funcionan con gasolina, y muchas menos emisiones de CO2."
Desde el sector en España creen que lo que de verdad ayudaría a rebajar las emisiones contaminantes de los vehículos sería el achatarramiento de los vehículos viejos. Según Anfac, la tasa de baja por vehículos nuevos en España ha caído del 59 por ciento a finales de 2017 al 53% en el primer trimestre de este año.