BMW vende finalmente Rover al consorcio Phoenix

El culebrón que ha estado agitando al sector del motor durante los últimos meses ha llegado a su fin. Rover, la filial de BMW, será finalmente vendida al consorcio Phoenix, tras el acuerdo alcanzado por las dos partes este martes.

Phoenix se encargará de la responsabilidad en el desarrollo, producción y distribución de los vehículos Rover. El consorcio se ha comprometido a mantener abierta la factoría de Longbridge, en Birmingham, y a limitar el número de despidos. Para ello, Phoenix piensa trasladar la producción del Rover 75 de la planta de Cowley a la ya citada de Longbridge, donde se mantendrá la fabricación de los modelos Rover 25, 45 y los vehículos deportivos MG. Las dos partes se mostraron satisfechas con el acuerdo logrado. El presidente de BMW, Joachim Milberg, señaló que tras "intensas negociaciones hemos podido encontrar un comprador para Rover y, de esta manera, impedir la pérdida de miles de puestos de trabajo en la planta de Birmingham, en el sector del suministro y los negocios al por menor".
Por su parte, John Towers, cabeza visible del consorcio Phoenix y ex presidente de Rover, aseveró que "junto a BMW vamos a asegurar un futuro brillante para Rover". La marca británica aumentó sus ventas en el mes de abril hasta alcanzar el doble de lo vendido en los dos meses anteriores gracias a los descuentos ofrecidos y al éxito alcanzado por el nuevo modelo Rover 75. Este acuerdo final acaba con las diferentes especulaciones que señalaban que se iba a cerrar la planta de Longbridge o que en menor medida se iba a realizar un fuerte ajuste de plantilla, como proponía el consorcio Alchemy, con el que BMW estuvo en conversaciones hasta hace una semana.