Ir a 80 km/h no reduce la contaminación

Cuenta atrás para que Barcelona comience a rodar a 80 km/h. Con esta medida, la Generalitat quiere reducir la contaminación de la Ciudad Condal. Sin embargo, el RACC avisa que podría ser contraproducente: “Bajo condiciones de conducción muy realistas, las emisiones contaminantes pueden aumentar al reducirse la velocidad", aseguran.

La velocidad máxima en Barcelona será de 80 kilómetros por hora
La velocidad máxima en Barcelona será de 80 kilómetros por hora

La medida lleva discutiéndose durante meses. En realidad, se debate desde el año 2004, cuando la ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona aseguró que los límites de velocidad podrían rebajarse en toda España. Aunque la medida se descartó en el resto del país, Barcelona siguió adelante. Se espera que a lo largo del otoño la Generalitat obligue a los conductores a circular a 80 km/h en las carreteras principales de la Ciudad Condal (un total de 77 vías estarán afectadas). Ya hace tiempo que las señales de limitación se han instalado en los entornos de Barcelona, como en Santa Coloma. La Generalitat defiende la medida basándose en un estudio del Automóvil Club de Alemania, donde se recogía que, en un parque automovilístico repartido al 50 por ciento entre motores Diesel y gasolina, limitar la velocidad a 80 km/h lograría reducir las emisiones de CO2 en un 24 por ciento. Eso sí, hay un dato en ese informe que se obvió: las emisiones de los óxidos de nitrógeno podrían aumentar un 26 por ciento, ya que los conductores recurrirían a marchas cortas para rodar a esa velocidad. El RACC Automóvil Club maneja otras cifras. “Se han llevado a cabo ensayos de laboratorio que demuestran que, bajo condiciones de conducción muy realistas, las emisiones contaminantes pueden aumentar al reducir la velocidad. Además, los cálculos en que se basa la medida incorporan errores aritméticos importantes. Con la misma metodología utilizada por el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda, pero realizando los cálculos correctamente, se obtiene como resultado que la reducción esperada de las emisiones de partículas no es de un 12 por ciento sino de un muy inferior al 2 por ciento". A diario, más de 800.000 vehículos circulan por Barcelona y, en casi el 40 por ciento de las ocasiones, están atascados. La congestión es más contaminante que la velocidad sostenida, ya que los arranques y las paradas continuas disparan las emisiones cerca de un 60 por ciento. Por eso, el RACC Automóvil Club propone una regulación selectiva del límite de velocidad. “La señalización variable permite ajustar el límite de velocidad al nivel óptimo para reducir la contaminación, al mismo tiempo que aumenta la seguridad vial", aseguran. Otros colectivos también han mostrado su rechazo a las medidas de la Generalitat. Por ejemplo, Faconauto , patronal de los concesionarios, señala que el nivel óptimo de emisiones de los automóviles y camiones sólo se produce cuando el vehículo está lanzado y va a una velocidad de 90/100 kilómetros por hora. Es menos contaminante ir en marchas largas, ya que, en marchas cortas, se gasta el máximo de carburante. Si quieres conocer otras reacciones, discutir los pros y los contras de la medida, descubrir cómo se regula en otros países, no te pierdas este reportaje: Los límites de velocidad podrían rebajarse.