“Creemos que las carreteras de peaje –las nueve que se declararon en quiebra- pueden ser más usadas y representar una buena opción de movilidad". Son palabras de José Luis Ábalos, ministro de Fomento, que considera que haciendo que estas vías tengan “precios razonables" y ofrezcan “ciertas ventajas para los vecinos" se pueden solventar gran parte de los problemas que ahora acarrean.
El Gobierno gestionará las vías rescatadas
Las nueve autopistas declaras en quiebra ya fueron rescatas en la anterior Legislatura y actualmente son gestionadas por el Ministerio de Fomento. En un principio se consideró volverlas a sacar a concurso para que de nuevo fueran explotadas por empresas privadas, pero parece que ésta no será la vía elegida por el nuevo Gobierno, que prefiere continuar con su gestión hasta cuantificar lo que supondría el pago a las concesionarias.
Por Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA), el Estado debe pagar por contrato a las empresas concesionarias de estas nueve autovías declaradas en quiebra una cantidad que compense las inversiones que estas empresas realizaron para su construcción. El anterior Ejecutivo cifró la cuantía en 1.800 millones de euros, mientras que el sector y los fondos que se quedaron con la deuda de las autopistas lo elevan a unos 5.000 millones de euros.
Hasta que no se aclare el montante, Fomento seguirá explotando estas autopistas a través de la sociedad pública Seittsa, que este jueves se someterá a convalidación en el Congreso. No obstante, la apuesta de Fomento es volver a ceder la explotación a las empresas privadas, ya que aún no ha concluido el plazo de concesión con el que se contrataron.
Replanteamiento del gasto en infraestructuras
Sin embargo, los planes del Gobierno son que, a medida que caduquen las concesiones, no prorrogarlas más. Este es el caso de la AP-1 Burgos-Armiñón, cuyo plazo finaliza el 30 de noviembre. Llegado ese día, el Estado levantará el peaje.
Según Ábalos, la idea es promover en el Congreso un debate sobre el modelo de sostenibilidad futura de la red de carreteras puesto que consideran que el uso de las autovías y de otras infraestructuras “debe compensarse" porque, en caso contrario, “las terminan pagando los que no las usan".
Además, el ministro de Fomento ha dejado constancia de que la red de carreteras "no ha dejado de crecer, incluso durante la crisis"; sin embargo, los montantes presupuestarios para su conservación y mantenimiento han descendido. "Hay que compensar eso, porque vía Presupuestos no se cubre e incluso hay que plantearse liberar esos recursos presupuestarios para fines sociales", ha sentenciado Ábalos.