Agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, vehículos camuflados, radares (fijos, móviles y de tramo), cámaras, helicópteros y, desde el Puente de mayo de 2018, drones para controlar las carreteras españolas. La DGT continúa ampliando tanto sus medios humanos como técnicos con el objetivo de vigilar el tráfico con el fin máximo de “prevenir accidentes y mejorar la seguridad vial".
Los drones han sido los últimos instrumentos técnicos en formar parte de la infraestructura de la DGT. Según la subdirectora adjunta de Circulación de la DGT, Ana Isabel Blanco, estos medios aéreos “de momento, son un apoyo", si bien, “se están tramitando todos los aspectos, a efectos técnicos, para que pueda realizarse la denuncia con estos dispositivos; tendremos próximas noticias al respecto", añadió una de las máximas responsables de la DGT en unas declaraciones recogidas por la agencia de noticias Europa Press. En definitiva, los drones no multan por el momento, aunque sí lo harán dentro de muy poco, algo que anunciará oficialmente Tráfico.
Drones de la DGT: cuántos hay
En la actualidad, la DGT cuenta con 8 drones operativos, aunque todo hace indicar que el número aumentará a lo largo de este año y 2020. De forma específica los que tiene operativos la DGT son de dos tipos: los Matrice 200, de color negro y con un peso de 6,2 kilos; y los Phantom 4, blancos y de 1,8 kilos.
Los drones actúan como medios aéreos complementarios a la labor de vigilancia de las distintas patrullas de helicópteros para controlar los aproximadamente 160.000 km de toda la red viaria de las carreteras españolas.
La gran “versatilidad, control y gran rapidez en la monitorización del tráfico" de los drones podría implicar la posible desaparición de los helicópteros, según asegura Ana Isabel Blanco.
Por su parte, el jefe de la Unidad de Medios Aéreos de la DGT, Rubén López Segovia, también ha destacado de los drones su “liviano" coste económico en caso de que estropeen o sufran alguna avería/rotura de sus piezas. Asimismo, cuando están operativos también destacan por su “discreción" para controlar el tráfico, puesto que pueden volar a una altura de unos 100-120 metros y pueden pasar prácticamente inadvertidos entre el paisaje y el cielo.
La autonomía de vuelo de unos 30 minutos es, por el momento, una de las principales desventajas de los drones, aunque Rubén López Segovia asegura que la tecnología está evolucionando muchísimo para incrementar el tiempo operativo en el aire de estos dispositivos.
Las cámaras que llevan integrados los drones tienen un zoon focal de hasta dos kilómetros de alcance, por lo que estos dispositivos también controlarán perfectamente todo lo que sucede en el interior de los vehículos, según ha podido asegurar López Segovia.
Un total de 30 personas ya han sido formadas por la DGT para poder manejar los drones. En todos los casos, se han tenido que superar 50 horas de formación teórica y otras 20 horas de formación práctica. Para el correcto funcionamiento de un dron, hacen falta el trabajo de tres personas, según la DGT (el piloto del dron, el operador de la cámara del dron y, en ocasiones, un asistente). Las imágenes captadas por el dron son transmitidas en tiempo real al centro de control de tráfico que tiene la DGT en Madrid.
