La guerra contra el Diesel no cesa. Ahora es el Gobierno de las Islas Baleares el que ha suscitado la polémica tras aprobar el Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que prohíbirá circular a los vehículos Diesel nuevos a partir de 2025. Pendiente aún de tramitación parlamentaria, este Proyecto de Ley establece entre sus objetivos tener el 100 por ciento del parque móvil totalmente descarbonizado en el año 2050, así como 1.000 puntos de recarga de vehículos eléctricos en 2025. Para ello, el Govern balear se ha propuesto tres objetivos claros:
1-Prohibir que puedan circular por las islas, a partir de 2025, vehículos Diesel nuevos. Sólo podrán hacerlo los ya matriculados en la región, con independencia de su antigüedad. Esta medida afecta a coches y motos.
2-Diez años más tarde, en 2035, se prohibirá la circulación de coches, motos, furgones y furgonetas propulsadas por combustibles fósiles (Diesel, gasolina, gas natural y cualquier hibridación con motores tradicionales).
3-A partir de 2020, se irán incluyendo de forma progresiva y obligada vehículos eléctricos puros en las flotas de las empresas de alquiler de vehículos. Actualmente la flota de eléctricos de rent a car es del 2 por ciento, para llegar al 100 por ciento en 2035. Se establece una serie de controles para que las empresas de alquiler garanticen este cambio.
Las patronales se unen en contra de estas medidas
La drástica medida aprobada por el Govern balear de permitir que los vehículos Diesel puedan seguir en activo y que en cambio, los coches Diesel nuevos tengan prohibida su circulación, ha suscitado mucha polémica y ha provocado la unidad empresarial de diferentes patronales. Afirman que “restará competitividad a las empresas y tendrá efectos perjudiciales para el medio ambiente en las Islas y, al carecer de un plan integral del vehículo eléctrico, que no incluye incentivos ni beneficios fiscales, su aplicación será muy costosa en términos económicos para los ciudadanos de Balears".
Son muchas las patronales que se oponen. Entre ella la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB), la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), integrada en la Confederación Española de Organizaciones Empresaria (CEOE), la Asociación Empresarial de Distribuidores de Automoción de Balears (ASEDA) y la Asociación Balear de Empresas de Alquiler de Vehículos con Conductor (BALEVAL), integradas en la Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT). Estas organizaciones empresariales expresan su “apoyo a las políticas que promueven la mejora de las condiciones medioambientales y el respaldo a los objetivos que persigue esta nueva norma". Sin embargo, critican que “prohibir los vehículos Diesel nuevos a la vez que se mantiene y se protege a los coches antiguos provocará el progresivo envejecimiento del parque de vehículos, que es el responsable del 80 por ciento de las emisiones contaminantes y del empeoramiento de la calidad del aire en las Islas Baleares", considerada entre Excelente y Muy Buena, según los estudios realizados por la propia Conselleria de Territori, Energía y Mobilitat del Govern balear.
El problema no es el Diesel, son los vehículos antiguos
El tema principal del debate que ha generado el Proyecto de Ley es el punto que habla de la prohibición de que puedan circular por las islas, a partir de 2025, vehículos Diesel nuevos que salen de fábrica cumpliendo una restrictiva normativa europea e incorporan sistemas que los hacen menos contaminantes incluso que los de gasolina, mientras que sí podrán hacerlo los coches de mayor antigüedad sin límite de tiempo ni de emisiones. La presidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears, Carmen Planas, considera que “este aspecto concreto del proyecto de ley es muy polémico y nos preocupa porque genera controversia social e incertidumbre ya que será nocivo para el medio ambiente y gravoso para los ciudadanos de Balears ante la falta de ayudas".
Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles, Mario Armero, critica que “esta prohibición maximalista supone ignorar la realidad de los avances tecnológicos actuales en los motores Diesel, mientras que los vehículos de más de 15 años emiten hasta un 84 por ciento más de NOx y un 90 por ciento más de partículas que los nuevos motores Diesel que sí que cumplen con la estricta normativa Euro6". “El problema no es el Diesel, aclara Armero, son los vehículos antiguos que circulan por las carreteras".