La legislatura recién acabada ha supuesto un aumento importante en la recaudación por multas de tráfico de la DGT por exceso de velocidad. Mientras en 2011, la recaudación diaria por multas de este tipo no llegaba a los 300.000 euros, en 2015, (hasta septiembre, últimos datos disponibles) rondaba los 475.100. Este 2015 ha sido muy favorable para la DGT en este sentido ya que en los 9 primeros meses se ha recaudado diariamente un 25 por ciento más que en 2014. Un crecimiento espectacular si tenemos en cuenta que la DGT no se ha cansado de decir a lo largo de estos 4 años que las compras de radares no han ido encaminadas a aumentar el número de radares sino a reponer los viejos. Las multas por exceso de velocidad suponen cada año la mitad de las impuestas por la DGT. Pero, ¿Cuáles son los verdaderos motivos de este aumento de efectividad?
Llegada de los radares de helicóptero, Pegasus
Desde la llegada del primero, en marzo de 2013, el parque de helicópteros con radar Pegasus no ha hecho más que crecer. Actualmente son ocho los que vigilan nuestras carreteras y próximamente incorporarán dos más. Son letales. Presentan el índice más alto de efectividad de todos los radares. Casi el 30 por ciento de los vehículos vigilados son “cazados” por exceso de velocidad (los fijos se quedan por debajo del 3 por ciento). Y no son pequeños excesos. En los dos primeros años y medio de servicio la media superaba los 30 km/h, lo que supone multas de 300 euros en adelante.
Más radares de tramo
También ha habido más “radares estrella” en estos últimos años, los de tramo. De los cinco radares que más multas pusieron en 2014, tres eran de tramo. Y cuanto más nuevo, más multas. El primero se puso en marcha en 2010, con el Gobierno anterior, y, actualmente hay 15 anunciados en la página web de la DGT, si bien próximamente habrá seis nuevos en carreteras secundarias. Málaga es la provincia con un mayor número de radares de tramo, nada menos que cinco. Será quizás por eso que la recaudación por multas de velocidad en esta provincia andaluza haya pasado de los 6 millones de todo 2012 a los 9,4 en los primeros nueve meses de 2015…
Radares más modernos e invisibles
Pero los radares de siempre también se han “puesto las pilas”. En el último año y medio la DGT ha incorporado medio centenar del radar de ondas más avanzado, el Multaradar C, apodado el “indetectable” o el “invisible”. ¿Qué tiene de especial? Para empezar emite en una frecuencia que dificulta su detección por los antirradares. Con un margen de error inferior al 1 por ciento y la capacidad de medir hasta seis carriles, puede instalarse en una cabina o en un vehículo, en este último caso, no lo distinguirás por la clásica antena en forma de cono, no la necesita, lo que le permite pasar más desapercibido.
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