El próximo año 2023 comenzará con un gran cambio que afectará notablemente a la movilidad de los ciudadanos españoles. La implantación de las áreas ZBE (Zonas de Bajas Emisiones) en las ciudades de más de 50.000 habitantes va a trastocar profundamente el quehacer diario de un buen número de conductores.
Con el objetivo de mejorar la calidad del aire y reducir los niveles de contaminación en los grandes núcleos urbanos de todo el territorio nacional, la propia Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica incluyó de forma prioritaria dentro del conjunto de toda la normativa la implantación a partir del 1 de enero de 2023 de áreas específicas de bajas emisiones para todos aquellos municipios y ciudades que cuenten con un censo de más de 50.000 habitantes - y aquellas otras poblaciones con más de 20.000 habitantes que superen los valores límite establecidos de contaminación-. Estas áreas ZBE limitarán zonas muy concretas dentro de los núcleos urbanos. De esta forma, sólo un determinado tipo de vehículos, según su nivel contaminante (que en la actualidad, se mide según las etiquetas medioambientales de la DGT) podrán acceder al interior de estas áreas ZBE.
Según los datos de población recopilados por la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias), en nuestro país hay un total de hasta 149 municipios con más de 50.000 habitantes. Accede aquí al listado de las 149 ciudades que deberán contar sí o sí a partir de enero de 2023 con áreas ZBE
Con el objetivo de establecer un régimen normativo común a todo el territorio nacional, la DGT ha querido tomar protagonismo al fijar una multa común para todos aquellos conductores que se salten las normas específicas de acceso y de restricción a la circulación a las áreas ZBE. La multa aplicable a toda España acarreará una sanción económica de 200 euros.
COCHES QUE SÍ PODRÁN CIRCULAR Y VEHÍCULOS QUE NO LO PODRÁN HACER POR LAS ÁREAS ZBE
Inicialmente y a falta de algo más de cuatro meses para su definitiva implantación, no hay un criterio común a todo el territorio nacional que establezca definitivamente cuáles serán los tipos de vehículos que finalmente podrán o no circular por el interior de estas zonas ZBE, ya que será cada Ayuntamiento a través de sus diferentes ordenanzas municipales los que impondrán las restricciones concretas y específicas. De esta forma, de una ciudad a otra puede variar los tipos de vehículos que sí o no podrán circular por dichas zonas de bajas emisiones.
Las previsiones sobre qué vehículos podrían estar vetados a dichas zonas ZBE son de lo más variadas. En el lado más pesimista, nos encontramos con las perspectivas y las valoraciones realizadas por la Asociación de Vehículos Afectados por Restricciones Medioambientales (Avarm). Desde esta asociación se constató que alrededor del 75 por ciento de los vehículos del parque automovilístico actual –los que no tienen distintivo y los que llevan etiquetas B y C- podrían ver restringido el acceso a estas áreas ZBE, es decir, prácticamente tres de cada cuatro vehículos que circulan a diario por nuestras carreteras podrían estar vetados.
No obstante, otras previsiones y perspectivas realizadas por otros colectivos y organismos son mucho más “optimistas” y permisivas, al considerar que las diferentes ordenanzas de movilidad de cada Ayuntamiento podrían considerar el primer año 2023 como un año de transición, de tal forma que sólo los vehículos más contaminantes en la actualidad, es decir, aquellos que no cuentan con distintivo de la DGT, -aquellos turismos y furgonetas ligeras de gasolina anteriores al año 2001 y los diésel anteriores a 2006- serían los que realmente no podrían acceder a las nuevas zonas ZBE, al menos durante el primer año de implantación de dicha medida, ya que en el futuro, es decir, a lo largo de los posteriores años (2024, 2025, 2026…) todo apunta a que las medidas de acceso serán muchísimo más restrictivas.
La plataforma de Empresas por la Movilidad Sostenible ha presentado la iniciativa TOOLBOX ZBE, que tiene como objetivo fomentar la colaboración público-privada y facilitar la toma de decisiones por parte de los ayuntamientos para la implantación y mejora de las Zonas de Bajas Emisiones, basándose en iniciativas y soluciones que ya han sido implantadas en otras ciudades y que aportan beneficios y resultados positivos (ACCEDE AQUÍ A TODA LA INFORMACIÓN)