El comercio de datos va en aumento y, sin duda, pasa a ser uno de los mayores bienes en la nueva sociedad de consumo e información que vivimos. Sabemos que nos controlan, que usan nuestros datos e información para múltiples servicios y fines comerciales y que, en muchas ocasiones, no somos ni conscientes de estos hechos. Y el último ejemplo tiene que ver con conductores y con un artículo de The New York Times que está causando una gran polémica en Estados Unidos.
Al parecer, según esta información, hay compañías de seguros que estarían valiéndose ya de información recopilada por aplicaciones de teléfonos inteligentes que usamos muchos conductores para, mediante una calificación puntual y de puntuaje de cada conductor, afectar a las tarifas sin que los propietarios y tomadores de los seguros nos estemos enterando. A peor conducción, precios más altos… y ¿al revés, también? Lo dudamos.
El problema ha saltado con el conocimiento que hay de que aplicaciones móviles relacionadas con los conductores recopilan, almacenan y transmiten datos, como cualquier app, sin avisar al usuario. Una simple autorización para descargártela e instalarla, sin leer la letra pequeña, podría estar llevando a esta situación, al menos ya en Estados Unidos. Y las compañías de seguros estarían usando esa información para establecer sus tarifas.

En algunas ocasiones hemos escuchado alguna propuesta de compañía de seguro que alentaba a conductores a usar lectores OBDII en sus coches para incentivar la buena conducción prometiendo tasas de precios más bajas. Sin embargo, en estos casos el propietario daba un consentimiento… que con las aplicaciones móviles, quizá también da, vale, pero desconoce por completo. Hecha la ley, hecha la trampa.
Qué datos registran las aplicaciones de nuestros móviles
Según The New York Times, algunas de las aplicaciones que estarían ya ofreciendo estos datos serían GasBuddy, Life360 y MyRadar, entre otras. Estas aplicaciones tendrían funciones opcionales de una compañía llamada Arity, que extrae información y datos basada en sensores de los propios teléfonos inteligentes.
Los datos que se estarían ya registrando serían las zonas donde se conduce, la velocidad, cómo frena de fuerte el conductor, cuánto y cómo acelera o cómo usa el teléfono móvil al volante. El propietario, al instalar la app, estaría aceptando una declaración de privacidad que permitiría recopilar esta información sin saberlo.

¿Una forma más justa de fijar las tarifas de los seguros de coches?
Esta compañía incluso estaría ya vendiendo puntuaciones de los conductores a las compañías de seguros. A la Federación de Consumidores de Estados Unidos, sin embargo, no le parece una mala idea, señalando que actualmente “hay mucha discriminación injusta en los seguros de automóviles. Las compañías de seguros de automóviles usan muchos factores socioeconómicos, como tu puntuaje de crédito o tu trabajo o tu nivel de educación, como si fuiste a la escuela secundaria o a la universidad o si estás casado. La telemática es una promesa sustancial para los consumidores, y podría ser una forma de fijar mejor el precio de los seguros de automóviles”.
Los expertos ante esta información aconsejan revisar los sistemas de información y entretenimiento de los vehículos para comprobar si hay consentimientos para la recopilación o no de datos. Lo mismo advierten de las aplicaciones móviles, proponiendo que siempre revises los posibles consentimientos de acceder a datos de GPS o sensores del propio móvil. En algunas circunstancias figura en letra pequeña, pero expresamente, frases como “No vender mi información personal”, por lo que deberías marcar esa casilla que por defecto suele estar libre.