A la DGT le están creciendo demasiado los enanos en los últimos tiempos. Si bien la gran mayoría de conductores opta por no recurrir una multa de tráfico, debido a lo engorroso que pueda resultar el proceso o por perder la opción de pagarla al 50 por ciento de su importen, muchos otros conductores están siendo noticia en los últimos tiempos por recurrir… ¡y ganar!
Ayer conocimos el caso de Dvuelta, que acababa de ganar una sentencia frente al Ayuntamiento de Madrid por una multa de radar fijo en la que no había dos fotos de la infracción. Antes, nos habíamos hecho eco de diversas tipologías de multa en las que la DGT había salido perdiendo, como por ejemplo las multas de Pegasus, las “fotos-cinto”…
En este caso, nuestro protagonista, como informan desde el portal digital del Heraldo, en Zaragoza, recurrió una multa de tráfico por considerarla injusta y se cuestionaba la veracidad de los agentes de la Guardia Civil. Este conductor zaragozano había chocado con otro vehículo en la carretera A-68 hace ya casi dos años: los agentes determinaron que había sido por su culpa por no respetar una señal de ceda el paso.
El conductor no estaba conforme y recurrió por la vía administrativa, alegando que los agentes no habían sido testigos del incidente y no tenían pruebas suficientes para tal acusación. Inicialmente, la Jefatura Provincial de Zaragoza desestimó el caso, pero luego este conductor consiguió que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 5 le diese la razón, al no haber pruebas suficientes. Nuestro protagonista, por lo tanto, consiguió que su multa quedase anulada.