Aeropuerto de Sevilla: los taxistas tienden a cobrarse la propina

Tras la experiencia de un equipo de Autopista Online en la terminal internacional del aeropuerto de Barajas se decidió poner a prueba la honradez de los taxistas que trabajan en el aeropuerto de Sevilla. Esta vez nos convertimos en un turista alemán dispuesto a recorrer las bellezas de Andalucía y un italiano con ganas de pasarlo bien en la capital andaluza. Los resultados fueron sorprendentes, en general no hubo unos abusos tan importantes como en Madrid, aunque en casi todos los casos el trayecto al aeropuerto era más económico que la vuelta al centro. Todo un misterio.

El gran salto de cifras se producía siempre en el último momento. Al apretar el botón del taxímetro para cargar el suplemento del aeropuerto, la mayoría de conductores lo apretaban una, dos o hasta tres veces. Otra de las prácticas más habituales era el cambio de tarifa, muchos ponían la tarifa 2, cuando correspondería aplicar la tarifa 1. Juan Carlos Cabrera, director del Instituto del Taxi de Sevilla, confirmó la hipótesis: "la única forma de cobrar de más "legalmente" es apretando varias veces el botón del suplemento o el cambio de tarifa. Al cobrar "sólo" algo de más se explica que la mayoría de los recibos fuesen verdaderos, es prácticamente imposible probar una denuncia por un importe que se incrementa sólo en 500 pesetas. En resumen, de los ocho viajes que realizamos de vuelta en uno se nos cobró lo mismo que del hotel al aeropuerto, en otros dos casos el importe superó ampliamente las 1.500 pesetas sobre lo correcto y en otros cinco casos el importe de la vuelta superaba entre 400 y 600 pesetas el importe establecido.

Por desgracia no existen paneles informativos en el aeropuerto que alerten sobre esta situación, si bien es cierto que preguntando en el puesto de información turística se puede conseguir una fotocopia con los precios oficiales de taxis en español e inglés. Sin embargo, en general, el turista se encuentra bastante indefenso ante la situación y lo más probable es que no sea consciente de que se le está cobrando de más hasta que abandone la ciudad para tomar otro taxi de vuelta al aeropuerto. De todas formas, hay que destacar que el trato y la forma de actuar de los taxistas que tomamos en el centro de la ciudad fue en todo momento ejemplar.

Desde el Instituto del Taxi de Sevilla se es consciente de los problemas de imagen que estos taxistas dan a la ciudad y se intenta acabar con un colectivo de unos 50 taxistas que se han apropiado de la parada del aeropuerto. Por el momento, se intenta establecer una tarifa fija entre el aeropuerto y los hoteles de la ciudad que se está negociando. Mientras tanto, propone establecer unos turnos rotatorios de aeropuerto entre todos los taxis sevillanos para "sacar a los habituales, que se han apropiado de la parada. Lo que está pasando ahora en el aeropuerto es de juzgado de guardia". Sin embargo consideramos que la situación en Sevilla, sin estar controlada, es menos dañina para el visitante que la que se produce diariamente en la terminal internacional del madrileño aeropuerto de Barajas.