10 operaciones de mantenimiento rápido

El automóvil es una máquina que necesita una serie de operaciones de mantenimiento para su correcto funcionamiento. A continuación, te hacemos una selección de las 10 operaciones principales, muchas de ellas las puedes realizar tú mismo sin tener que visitar un taller mecánico.

10 operaciones de mantenimiento rápido
10 operaciones de mantenimiento rápido

Tener a punto el vehículo resulta crucial por dos razones fundamentales: por alargar su vida útil y por cuestiones de seguridad. En primer lugar, los conductores deben tener en cuenta las operaciones básicas que se han de realizar y que se incluyen en el libro oficial de mantenimiento. Esta especie de libro-guía la obtiene cualquier conductor cuando adquiere un vehículo. Dependiendo del fabricante, del modelo concreto y del número de kilómetros recorridos, el precio de las revisiones varían.A pesar de que no se hayan recorrido los kilómetros estipulados en la hoja oficial de mantenimiento, es conveniente que todos los automóviles se sometan a una revisión básica anual realizada en un taller mecánico. Sobre qué tipo de taller elegir, ya te avanzamos que busques y compares varias alternativas antes de inclinarte por la opción más adecuada. No obstante, a continuación te adelantamos las 10 operaciones básicas de mantenimiento de un automóvil (la mayor parte de ellas, las puedes realizar tú mismo sin tener que visitar un taller).La función principal del aceite en un automóvil es evitar el desgaste de las piezas que forman todo el entramado mecánico. Mediante una revisión ocular, el propio conductor podrá comprobar cuál es el nivel a través de la varilla (ésta tiene que estar entre los niveles máximo y mínimo). Para conocer cuándo es el momento adecuado del cambio de aceite y del filtro de aceite, el automovilista tendrá que consultar el libro de mantenimiento (suele variar entre 10.000 y 20.000 kilómetros según el tipo de automóvil y la marca).El nivel del líquido refrigerante es otro de los elementos importantes a revisar. De forma equivocada, es bastante usual que muchos conductores sólo lo revisen en invierno, cuando realmente es un tipo de nivel que se ha de tener en cuenta en todas las épocas del año.Los neumáticos son uno de los elementos principales que más influyen en la seguridad de un automóvil. Suponen el elemento de contacto del vehículo con el suelo, de ahí su gran importancia. Para conocer cuál es su estado, es preciso comprobar la profundidad del dibujo (1,6 mm o el equivalente del canto de una moneda de un euro). Una de las claves que siempre nos ayudarán al buen mantenimiento de los neumáticos es comprobar la presión periódicamente. No hace falta memorizar la presión que han de llevar las ruedas, puesto que el nivel concreto suele incluirse en el manual oficial del vehículo. Dicha comprobación de la presión se ha de realizar con los neumáticos en frío, es decir, nada más arrancar el vehículo y en la gasolinera más cercana. Por otro lado, otro de los aspectos importantes que han de tener los conductores es el nivel de carga con el que va a circular, ya que dependiendo de si el coche va o no muy cargado habrá que elegir una u otra presión. El cambio de neumáticos no obedece a un kilometraje concreto, pues el uso de un vehículo respecto a otro varía. En este uso influye el tipo de asfalto por el que se transita habitualmente además del tipo de conducción (los firmes en mal estado con baches y grietas y una conducción demasiado agresiva por parte del conductor son los grandes enemigos de los neumáticos).Unos faros y un parabrisas delantero limpios repercutirán de forma positiva en nuestra conducción. En cuanto al parabrisas, aquí es conveniente revisar las escobillas de los limpiaparabrisas, ya que es muy frecuente que éstas acumulen polvo y otro tipo de elementos (piedras de pequeño tamaño, restos de hojas y ramas de árboles, etc). Una escobilla en mal estado puede incluso rayar ligeramente el cristal, diminuyendo por tanto la visibilidad.Otros elementos que el conductor debe mantener limpios son los espejos retrovisores exteriores y la ventanilla trasera. Respecto al reglaje de las luces, el automovilista también debe preocuparse si iluminan con el haz y altura adecuados. Esto se puede realizar en cualquier pared de un garaje subterráneo.Un pedal de freno que ofrezca oposición al ser accionado o que se hunda demasiado y cualquier ruido extraño cuando el conductor está frenando suelen ser claros indicativos de que los frenos de nuestro automóvil están registrando algún tipo de problema. Aquí sí que es conveniente llevar nuestro vehículo a un taller para que nos revisen las pastillas y los discos. Además de un desgaste de los mismos, también es recomendable revisar el nivel del líquido de frenos. En la mayor parte de los casos, los fabricantes recomiendan revisar dicho nivel cada dos años, aunque es más que conveniente que dicha revisión se efectúe anualmente, justo en el momento en el que realizamos la revisión anual de la que te hemos hablado anteriormente.Además del filtro de aceite, otros dos de los filtros que se suelen cambiar varias veces a lo largo de la vida útil de un automóvil son los de aire del motor y el del combustible. En ambos casos, el momento concreto de la sustitución también viene indicado en la hoja del mantenimiento, aunque lo más habitual es que el cambio de filtro de aire se efectúe cada 10.000 kilómetros. Un filtro de aire en mal estado puede repercutir en un mayor consumo de combustible así como en menor rendimiento de nuestro coche.En la práctica totalidad de los vehículos nuevos, muchos de estos elementos suelen venir indicados en los testigos luminosos del cuadro de mandos. Dichos testigos se encienden cuando uno de ellos presenta alguna deficiencia.Un balanceo excesivo de la carrocería y la sensación de que el coche ‘rebota’ tras atravesar una zona de baches son claros síntomas que muestran un posible desgaste de los amortiguadores de nuestro vehículo.Al igual que los frenos y los neumáticos, el estado de los amortiguadores es otro de los elementos de los que depende en gran medida el nivel de seguridad ofrecido por un automóvil. Se ha comprobado que unos amortiguadores en mal estado pueden llegar a influir en una distancia de frenada mayor, aumentando, por tanto, las posibilidades de sufrir un accidente.Un movimiento irregular del volante y ruidos cuando se efectúa un giro suelen ser los indicativos más claros de posibles problemas en la dirección de nuestro coche. Las causas pueden ser varias, pero lo más recomendable es revisar el nivel de líquido de la dirección así como de la correa de la dirección. No obstante, también es posible que cualquier irregularidad que transmita la dirección no sea provocada por defectos en la misma, ya que un mal estado de los neumáticos también se ‘deja notar’ en el volante.Comprobar el estado de tensado de las correas es otra de las operaciones básicas de mantenimiento. Si el vehículo tiene más de 120.000 kilómetros es conveniente consultar cuándo recomienda el fabricante la sustitución de la correa de la distribución y revisarla, ya que en caso de rotura, el motor del automóvil puede quedar inutilizado.Las baterías son cada vez más modernas y la mayor parte de los últimos modelos no precisan de mantenimiento. No obstante, conviene incluirla en nuestra revisión anual, sobre todo si el vehículo ha estado mucho tiempo parado y sin arrancarse.También es conveniente revisar el nivel de agua ya que influirá en la temperatura del motor.

Las grandes diferencias de precios en los talleres