Si Japón lanzó la carrera hacia la sociedad del hidrógeno, tras el desastre nuclear de Fukushima, ahora Corea decide seguirle los pasos. En pleno debate sobre si los avances en las baterías frenarán la implantación de las pilas de combustible, el** gobierno surcoreano pretende dar ayudas para impulsar el crecimiento de los vehículos de hidrógeno**, según el Korea Times. Las cifras marean, porque si en 2018 solo se construyeron 2.000 vehículos de pila de combustible (más de la mitad para la exportación), con el Hyundai Nexo como baluarte, planean que el número de vehículos de pila de combustible fabricados en 2040 en Corea alcance los 6 millones. De nuevo, más de tres millones serían coches de hidrógeno fabricados para fuera de Corea.
Entre los hitos intermedios destaca la cifra de 100.000 unidades fabricadas antes de 2025, para los que creará subsidios que dejen el coche por debajo de los 30.000 euros (hoy el precio es el doble). Por supuesto, no se trata de promover el coche de hidrógeno exclusivamente, sino también los transportes pesados y públicos. El objetivo es contar con una flota de 40.000 autobuses, 80.000 taxis y 30.000 camiones movidos por hidrógeno.
Ayudas al hidrógeno
A los precios actuales de los combustibles para el público, el hidrógeno puede alcanzar los 9 euros por kilo (sí, se mide en kilos, como otros gases). Como orientación, los consumos actuales de un coche de pila de combustible son ligeramente inferiores a 1 kilo cada 100 km). Se trata de un precio simbólico. No hay problemas de producción en grandes escalas en cualquier refinería de petróleo (para consumo propio en el proceso, in-situ), pero derivarlo fuera para su consumo público lo encarece. En Corea el precio del kilogramo ronda los 6 euros y el gobierno prevé subvencionarlo para hacerlo atractivo Mediante estas ayudas económicas esperan que el hidrógeno en 2040 baje a poco más de 2 euros/kg. No lo dicen de forma explícita, pero forzar este precio solo puede significar que, junto con las mejoras en los rendimientos de las pilas de combustible, pretenden convertir el hidrógeno en una alternativa competitiva al coche eléctrico (que desde luego, muy debajo del coste del kilómetro con combustible fósil).
Multiplicar las hidrogeneras
Como sucede con los coches eléctricos (o los de cualquier combustible), sin la infraestructura para la recarga, ningún proyecto de movilidad podría funcionar. Por eso los planes del gobierno surcoreano pasa por aumentar el número de hidrogeneras desde 14 puntos en 2018 a más de 300 en 2022. Para los varios millones de coches que rodarán en 2040 se ha previsto que hayan distribuido 1.200 estaciones de hidrógeno en Corea.