5 claves sobre el renting flexible

Es la fórmula favorita de pequeñas empresas y autónomos, y pronto lo será para muchos particulares, el renting flexible te permite disponer de un coche con todo incluido sin precisar el tiempo de antemano. Te damos las claves.

Alicia Fernández

5 claves sobre el renting flexible
5 claves sobre el renting flexible

En torno al 15 por ciento de la flota de renting lo conforma el llamado flexible. Muchas empresas y cada vez más autónomos, optan por esta fórmula para solventar sus necesidades temporales de movilidad. Esta fórmula nacida para atender a las necesidades de negocios cambiantes tiene la gran ventaja de que no tienes que decir a priori cuándo devolverás el vehículo. Inicialmente nacida para empresas, se trata de una fórmula que puede valer también para particulares ante la incertidumbre que les puede provocar no conocer la legislación futura de las ciudades. Actualmente casi todas las compañías de renting disponen de una división de renting flexible con alguna variación. Conoce sus claves.

1. (Casi) sin compromisos

La mayor ventaja del renting flexible, de hecho por eso se llama así, es que no tienes que concretar en el momento de la firma de tu contrato lo que éste va a durar, es decir, cuándo tienes que devolver el vehículo. De forma que no se te aplicarán penalizaciones por cancelación anticipada. La antelación con la que debes avisar depende de la política de cada compañía, de lo que firmes en el contrato. En algunas compañías bastará con hacerlo 24 horas antes, otras te exigen hacerlo con más de 48.

Eso sí, los contratos de renting flexible tienen un mínimo de plazo de duración que depende de cada compañía y que suele oscilar entre un mes y tres meses. Algunas compañías tienen un híbrido entre renting flexible y tradicional, ya que se concreta el plazo, que es inferior al de uno tradicional. Como ocurre con los contratos de renting tradicional, tienes un kilometraje máximo permitido, generalmente 15.000, 20.000 o 30.000 kilómetros. Si te excedes tendrás una penalización.

2. No eliges vehículo, sí podrás cambiarlo

Aunque depende de las compañías, generalmente no te permitirán elegir el modelo concreto, sino el segmento y las características del vehículo, si bien te permitirán elegir dentro de una gama. El renting flexible tiene la ventaja de que podrás cambiar un vehículo por otro si tus necesidades varían. Hoy necesitas un utilitario, mañana un todoterreno o un SUV con capacidad para ir por caminos y pasado mañana un comercial. Situaciones como esta las cubre un contrato de renting flexible. Y ya no sólo el tamaño del vehículo. Puede darse la circunstancia de que necesites un vehículo con diferente tipo de combustible, hablamos de cambiar un Diesel por un vehículo híbrido, o uno de GNC (varias compañías disponen de ellos), porque tienes que entrar en Madrid u otra ciudad con restricciones ambientales. Normalmente, y aunque siempre trata de un coche con muy poca antigüedad no será uno nuevo recién sacado del concesionario.

3. Posibilidad de personalización

Aunque solo vayas a necesitar tu vehículo por un tiempo, en las empresas de renting flexible te permitirán adaptarlo a tus necesidades. Desde una baca, hasta una rejilla separadora, panelado interior, rotulado exterior, carrozados, pintura corporativa… podemos encontrar. La oferta en renting flexible es muy amplia e incluye todo tipo de vehículos. Generalmente, los papeleos para poder contratar un vehículo a través de renting flexible suelen ser rápidos y en un corto periodo de tiempo puedes disponer del mismo. Arval, por ejemplo, ofrece una entrega en 48 horas en las capitales de provincia. Algunas compañías especializadas en renting flexible cuentan con una abundante flota de forma que tengas una amplia oferta de elección.

4. Todos los servicios del renting

La compañía ofrece todos los servicios del renting tradicional, no te preocuparás por el mantenimiento, recurso de multas, asistencia en carretera, incluso coche de sustitución en casi todos los casos. Al igual que en el renting tradicional tendrás una sola factura para todos los servicios y te permitirá realizar las mismas deducciones que éste. Conocerás de antemano los costes gracias a una cuota mensual fija y permite otras ventajas como la disposición inmediata de vehículos, contar con un coche o furgoneta de sustitución en caso de incidencia o el mantenimiento completo.

5. Precio superior al tradicional

La cuota de un renting flexible sale entre un 10 o un 20 por ciento más cara -depende de los casos- que la de uno tradicional. Deja de ser rentable en torno a unos 24 o 36 meses. Las cuotas que vas a pagar por el renting flexible compensan hasta un plazo de tres años, aunque tienes opción de contratar un renting flexible hasta 48 meses. Si tienes claro que vas a necesitar durante más tiempo el mismo vehículo o uno con unas características determinadas, un renting tradicional te saldrá más económico. A partir de estos plazos, es cuestión de hacer cuentas.

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