El último día de test, Sainz fue el piloto que más rodó, un total de 132 vueltas, con un mejor tiempo de 1'19"837, el tercer mejor crono de la jornada por detrás de Kimi Raikkonen (Ferrari) y Max Verstappen (Red Bull). En total, Sainz ha dado 224 vueltas al Circuit, un total de 1.043 km.
"Ha sido una jornada mucho más positiva que todas las demás", comentó Carlos Sainz al bajar de su STR12. "El 1'19"8 sabíamos que acabaría llegando a medida que fuimos desarrollando el coche, y sobre todo por esas 132 vueltas que por fin hemos podido hacer. Hemos realizado todo nuestro programa y podemos irnos a Melbourne mucho más tranquilos".
"Hoy hemos podido completar una simulación de carrera al completo, todo lo que teníamos propuesto. Los pobres mecánicos que no han parado de solucionar pequeños problemas que iban saliendo, hoy han tenido un día más tranquilo y lo hemos disfrutado".
Para el primer GP de la temporada, el de Australia, pocos cambios en el monoplaza. "No creo que veáis un coche extremadamente diferente. Lo que tenemos creo que es suficiente para empezar la temporada y luego iremos evolucionando".
"Seguimos teniendo muchas menos vueltas que nuestros rivales y nos queda mucho potencial por descubrir, pero hoy por lo menos poco a poco hemos ido descubriéndolo".
Sainz reconoce haber mejorado mucho desde el primer día de test a hoy: "Hemos dado pasos muy grandes de cómo empezamos a ahora, vas sumando vueltas, poniéndolos a tu gusto... y también a nivel físico, ya que el primer día que te subes a estos "cacharros" que corren más, y un día como hoy que he dado 132 vueltas ".
"Dar más vueltas ha hecho que tenga más oportunidades para pedir al equipo y darme direcciones de puesta a punto que me gustan y al final ha sido ir poco a poco con el coche, rascando decimitas, y luego también el hecho de hacer más vueltas seguidas te obliga a entrar en el ritmo. Estos coches no son como los del año pasado, necesitas vueltas para atreverte a hacer la curva 3 y la 9 a fondo... Tras dar 132 vueltas te sientes más cómodo".
Después de todo lo que rodó Sainz durante el último día de test, se encontraba bien físicamente. "Me encuentro mejor de lo que esperaba. Si puedo hacer 132, las 58 de Australia no me harán nada".
El objetivo de Toro Rosso para esta temporada es ser quinto en el campeonato de Constructores. "Es demasiado pronto, pero va a ser una posición muy peleada. Renault ha dado un avance muy grande con respecto al año pasado. Habéis visto todos que Force India se quedó delante de nosotros el año pasado, así que tenemos que recuperarles. Williams tiene un coche muy completo... Al final será una quinta posición muy luchada, también se encuentra Haas, gracias al estirón que ha dado Ferrari. Va a ser extremadamente complicada esa quinta posición, pero confío en que tanto el equipo como yo lo podamos conseguir".
El año pasado Toro Rosso tuvo que luchar con la falta de evolución del coche a mitad de temporada y con un motor "antiguo". "Lo primero es que el hecho de poder evolucionar el motor no hace que caigas para atrás tanto como el año pasado, ya no estamos estancados con una unidad de potencia. Se va a evolucionar, y bastante, por lo que nos han hecho saber los de Renault. Por otro lado confío en que Toro Rosso, como demostró al final de 2015, que pegamos un salto y fuimos quintos, evolucionará, y confío en que lo puedan conseguir. Tenemos confianza plena en el equipo y a por ello".
La velocidad punta todavía no es muy buena. "Eso nos sigue preocupando un poco, no hemos recuperado todo lo perdido el año pasado, solo la mitad, no son 20 km/h, son 8 o 10".
Sobre Fernando Alonso y las vueltas que se necesitan para acostumbrarse a estos nuevos monoplazas, Sainz comenta: "A Fernando no le va a costar nada acostumbrarse a estos coches, conoce lo que fue 2005 y 2006 y yo no. La falta de fiabilidad siempre se acaba pagando en las primeras carreras y es una verdadera faena por su parte, pero hay que animarle porque seguro que sigue dándolo todo".