Liberty Media se cabrea con la FIA

Bloomberg anunció la posibilidad de que el fondo soberano de Arabia Saudí comprara la F1 por 20.000 millones. Ben Sulayem, presidente de la FIA, hizo un tuit en el que se mostraba cauteloso sobre esta valoración

José María Rubio

Stefano Domenicali y Ben Sulayem con Manuel Cendoya en el GP de España 202222 resize
Stefano Domenicali y Ben Sulayem con Manuel Cendoya en el GP de España 202222 resize

La guerra “fría” entre FIA y FOM está soterrada y los paseos que Stefano Domenicali y Ben Sulayem dan juntos por la parrilla, no reflejan la realidad, que ha aparecido en estas fechas. Tras la noticia de Bloomberg y los 20.000 millones de valoración que estarían dispuestos a pagar los saudís, el presidente de la FIA hizo un tuit en estos términos: “Como supervisor del automovilismo, la FIA, como organización sin ánimo de lucro, se muestra cautelosa sobre la valoración supuestamente inflada de 20.000 millones de dólares asociada a la Fórmula 1. Se recomienda a cualquier posible comprador que aplique el sentido común, considere el bien del deporte y presente un plan sostenible, no sólo mucho dinero. Es nuestro deber considerar cuál podría ser el impacto futuro en los promotores en términos de aumentos de costos y el impacto negativo que esto podría tener en los aficionados".

Hoy la FOM, liderada por Liberty Media, que pagó 4.400 millones a Bernie Ecclestone por el negocio en 2016, se dice que rechazó la oferta de 20.000 millones, algo que quizás podría no ser del todo cierto a la vista de cómo han reaccionado ante las declaraciones del presidente de la FIA.

Tras la intervención de Ben Sulayem sobre la posible oferta de 20.000 millones de un fondo soberano árabe para la adquisición de la Fórmula 1, Liberty Media se apresuró a contraatacar, acusando al presidente de la FIA de haber interferido en los derechos comerciales del deporte causando posibles daños a accionistas.

La oferta realizada en los primeros meses de 2022 a Liberty habría rondado los 20.000 millones, cinco veces más de lo que pagaron en 2016 para hacerse con los derechos de gestión comercial de la F1.

Aunque las negociaciones nunca han llegado a una etapa avanzada, dada la negativa de la Fórmula 1 a cambiar de dueño en una fase de crecimiento sostenido del deporte, Ben Sulayem quiso subrayar algunos problemas potenciales vinculados a una inversión de esta magnitud, entre ellos un posible aumento de los costes para organizar un Gran Premio que afectaría al precio de las entradas para los aficionados y lo que cada organizador paga por hacer su carrera.

Los comentarios de Ben Sulayem no han gustado a Liberty Media, que expresó formalmente su disgusto por los comentarios del máximo mandatario de la FIA.

En una carta enviada este martes por los abogados de la compañía estadounidense a la Federación y que también circuló entre los equipos, Liberty Media subrayó su oposición a las palabras expresadas por el presidente de la FIA, señalandola como una interferencia en los derechos comerciales de la Fórmula 1, un asunto en el que la Federación no puede intervenir.

En el marco de un acuerdo estipulado con el expresidente de la FIA Max Mosley, la FIA había acordado no involucrarse en asuntos comerciales y de gestión relacionados con la F1, limitándose exclusivamente a ocuparse de la redacción y el cumplimiento del reglamento.

 “La FIA se ha comprometido inequívocamente a no hacer nada que pueda perjudicar la titularidad, gestión y/o explotación de estos derechos”, se lee en la nota enviada por la Fórmula 1. “Creemos que estos comentarios, hechos desde la cuenta oficial de redes sociales del presidente de la FIA, interfieren con estos derechos de manera inaceptable”.

Esto es todo un ataque directo a la FIA, sobre todo teniendo en cuenta que, como también está escrito en la carta, los comentarios del presidente de la FIA podrían haber tenido un impacto en el valor de la F1, causando daños a accionistas e inversores.

A partir de ahora veremos qué dirección toman los acontecimientos, si esto para aquí o sigue adelante. Sea lo que sea, estas peleas entre “socios” destinados a entenderse no son nada buenas y todo indica que Liberty, que dijo que no vendía, quizás estaba jugando una partida de póker con los saudís y los comentarios de Ben Sulayem les ha arruinado parte del negocio que era ganar en seis años casi 16.000 millones.