El año pasado el pistoletazo de salida al virus en la F1 lo dio el equipo McLaren anunciando un positivo en un país en el que no se sabía ni de que hablábamos cuando se hacía mención al virus. Todo era normalidad en Melbourne. La espantada de Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen que se fueron el mismo jueves por la noche dejó sentenciada una carrera que en las circunstancias actuales se hubiera celebrado con normalidad, ya que hay mucha experiencia en la F1 con el COVID-19, y los protocolos han funcionado a lo largo de todo el año.
Australia no hará la primera carrera, y sin duda le tocará el turno a Baréin, que ya inauguró la temporada en 2006 y 2010, cuando Alonso ganó a la primera con el Ferrari. En Baréin están dispuestos a hacer el esfuerzo de tener tres carreras en cuatro meses y a puerta cerrada. Con el calendario en marcha en Baréin, el resto puede ser de nuevo una incógnita por muchas razones.
Habrá que tener en cuenta la situación en Gran Bretaña, desde dónde salen 7 equipos, además de personal de Pirelli, FOM, televisión… Las normas de cada país son diferentes y el Reino Unido está ahora mismo en el ojo del huracán. Las cuarentenas que hasta ahora ha ido sorteando la F1 como ha podido son imprevisibles, y pueden condicionar de nuevo todo el calendario, que de forma optimista cuenta con 23 carreras. Desde la organización ya se nos avisó que al menos hasta agosto no habría una “media” normalidad, y que este año iba a ser igual al pasado. Incluso con las vacunas, todo indica que vamos a una temporada sin público, y veremos si cuando llegue la fecha de la carrera de Montmeló dejan entrar a un pequeño porcentaje de asistentes.
El año pasado la FOM repartió mucho dinero a los equipos y sin embargo ingresó muy poco. Pagó 60 millones de euros a las escuderías solo en concepto de firma del Pacto de la Concordia a finales de agosto y las pérdidas al final del ejercicio han sido de muchos millones. Habrá que ver el músculo financiero de Liberty para aguantar otro año de pandemia con un calendario tan ambicioso, o si finalmente se va a un campeonato como el del año pasado, basado fundamentalmente en Europa.
La pandemia afectará de nuevo a la F1 y quién sabe si de forma más drástica, incluso a pesar de las vacunas. De momento Jean Todt ya ha avisado que el calendario puede tener variaciones, es decir, que tenemos calendario provisional. Ante la consulta a la FOM de la viabilidad del campeonato según está el calendario, el aviso ha sido: no sacar billetes ni reservar hoteles que no sean cancelables ya que no hay nada seguro.
