Marcus Ericsson ha sido sacrificado

En todo el jaleo de Sauber, el perjudicado ha sido el todavía piloto del equipo Sauber, Marcus Ericsson

José M. Rubio

Ericsson por delante de su compañero en Sauber Leclerc
Ericsson por delante de su compañero en Sauber Leclerc

Marcus Ericsson dijo hace poco que su mayor preocupación era la conversión de Sauber en "junior team" de Ferrari. No le faltaba razón, ya que se ha quedado sin volante de F1, relegado al papel de tercer piloto y embajador de la escudería. Es decir, una figura decorativa, y todo ello a pesar de que la empresa de inversiones suiza Longbow Finance S.A salvó al equipo de la ruina comprando todas las acciones a Peter Sauber.

Tras esa empresa Suiza hay un conglomerado de empresarios millonarios suecos entre los que está el padre de Marcus Ericsson, el propio piloto, además del CEO de H&M y el dueño de la empresa de empaquetado Tetra Laval. A pesar de todos esos millones que atesoran y de ser propietarios del equipo, no han podido con al influencia de Ferrari, que ha colocado sus peones y aumenta su influencia política en el Mundial de F1.