Nada menos que 21 horas de recorrido a turnos y más de 1.000 kilómetros han puesto fin ya a nuestra etapa por toda la cornisa cantábrica en el reto de 7.000 km en coche eléctrico que nos está llevando a recorrer España junto a Endesa X. Tras las dificultades de carga que superamos en Galicia, esta vez Asturias, País Vasco y el noroeste de Castilla y León han dejado a nuestro paso un gran número de surtidores con muy buena potencia para no complicar más una ruta que, durante algunas horas, se mantuvo entre interrogantes a causa del temporal. Con el proyecto de 8.500 cargadores rápidos de acceso público que, por ejemplo, Endesa X ya está instalando, toda nuestra geografía presumirá en poco tiempo de una situación similar.
León daba así el relevo a una nueva pareja de conductores, Juan Carlos Payo y Alicia Fernández, que, al lógico período de adaptación al Nissan Leaf y a las condiciones del desafío de movilidad eléctrica, sumaban un nuevo gran inconveniente: la nieve. El acceso a Asturias por la AP-66 y el paso del Huerna amenazaba con cortes de carretera y uso de cadenas para seguir circulando. Sin embargo, el buen trabajo de las primeras máquinas quitanieves del año sirvió para “barrer" el asfalto y dejarnos finalmente vía libre en nuestro recorrido hacia Oviedo.
Circulando a 15 kWh/100 km bajo la lluvia
Desde la ciudad preferida de Woody Allen, la A-64 nos servía para enlazar la A8, ya bajo un manto de lluvia intensa que prácticamente nos acompañaría toda la jornada. Poco antes de alcanzar Santander, a la altura de San Vicente de la Barquera, el primer punto de carga de la etapa nos espera con un poste de 50 kW que nos permite introducir, realmente, hasta 47 kWh en nuestro Nissan Leaf. Solo una hora después, la ruta continúa de noche. Hay que ver qué pronto oscurece ahora: desde las 17.30 horas, el paisaje pierde todo el color y deja de amenizar nuestro recorrido.
Con un consumo muy bajo (solo 15 kWh cada 100 km) y una temperatura muy baja (nunca la vemos subir de 5 grados), dejamos Santander y Bilbao para recorrer más de 200 kilómetros en busca de nuestra siguiente parada, en Eibar, donde un nuevo cargador de 50 kW nos debe dar otro empujón energético para no agotar baterías ni sobrecargarlas en exceso. Pero un desafío consiste siempre en poner a prueba a sus participantes, y Murphy también quiere hoy cruzarse en nuestro camino: el poste no funciona, el servicio técnico no es capaz de resolver la avería y, casi dos horas después, cambiamos de planes. Aquí, al menos, la infraestructura ya está, y se irá puliendo.
¡El punto de carga no funciona!
Por suerte, ya hemos dicho que la cornisa cantábrica deja a nuestro paso muchos puntos de carga, así que apenas debemos desviarnos 15 kilómetros en nuestra ruta, para acercarnos a Vergara, en Guipúzcoa, y recargar baterías: las del Leaf en menos de una hora y, ya de paso, las nuestras… que es medianoche. La AP-8 nos sirve ahora para conectar con una nueva capital de provincia, San Sebastián: y ya van 28 de las 47 que conforman la Península Ibérica y que completan nuestro reto.
A punto de tachar ya por tanto el País Vasco de nuestro itinerario, antes debemos poner rumbo a Vitoria donde un nuevo punto rápido de carga nos aguarda para continuar. Y, para potencia, la suya: ha llegado, por fin, el único cargador de 100 kW de toda nuestra ruta por España. Pero seguimos aprendiendo de este desafío y del coche eléctrico, y nos metemos, de lleno, en una nueva “master class": la sobrecarga de nuestra batería y su alta temperatura no dejan superar los 43 kWh a modo de protección.
La temperatura de las baterías
Hablemos ahora de temperatura. De los 30 grados que registramos en las baterías de nuestro Nissan Leaf durante el inicio de esta etapa y en la primera recarga, nos hemos situado ya en más de 40 grados, que en carretera rodando baja a 38 ó 39. Es esa la frontera de protección que comprobamos, alcanzada tras tres cargas rápidas y muchos kilómetros intensivos, más de 700. A partir de ahí el coche ya no permite máxima potencia en unas cargas que terminan por alargarse más de lo previsto hasta darle el descanso que necesita.
Amanece ya por la A-1 y, tras una breve parada en Burgos, continuamos por la A-62 dejando primero Palencia y, posteriormente, Valladolid. De nuevo, un punto de 50 kW de carga rápida nos sirve para empujarnos ya hacia el último destino de esta etapa, Segovia, donde ahora sí nuestro Nissan Leaf tendrá el breve descanso que merece. Ya solo quedan 14 capitales por delante y todo el noreste del país. ¿Nos encontraremos una situación más parecida a Galicia o al País Vasco? Eso le tocará a una nueva pareja de conductores comprobarlo. Y os lo contaremos.