Desde su reaparición integrada en el grupo Renault, Dacia ha dado muestras de tener muy clara su filosofía de construcción de automóviles, con el precio y la funcionalidad por bandera priorizando sobre estos ofrecer el máximo refinamiento o la mejor impresión de calidad. Poco importa. Si hubiera que establecer una generalización de los Dacias, esta sería la de coches honestos, que no levantan falsas expectativas de dinamismo, equipamiento, sofisticación y que ofrecen lo que de antemano sabes que vas a obtener.
Pero, a pesar de ello, no viven ajenos a la mejora constante en términos de calidad de construcción ni de diseño. De hecho, este Dacia Jogger poco tiene que ver con el Lodgy en las sensaciones al conducirlo ni mucho menos con aquel Dacia Logan MPV con el motor dCi de 85 CV que hace ya tres lustros largos utilicé en un viaje de Madrid a las Islas Medas.
Hoy la calidad de rodadura, el aislamiento y la realización es notablemente superior. Entre otras cosas, ha mejorado la precisión de guiado del eje delantero y ya hace mucho que no tienes esa sensación de ir conduciendo al menos 30 km/h más deprisa de lo que muestra el velocímetro que obligaba a maximizar la atención e ir «apuntando» con el volante a poco que el velocímetro superaba los 120 km/h. Hoy, aun estando un poco por detrás de sus hermanos de Renault, es un producto más que digno en su realización y puesta sobre el asfalto.
Para empezar, la nueva imagen corporativa de Dacia ha supuesto un enorme avance en impresión de modernidad. Modifica algo más que la parrilla y el emblema, pero el resultado resulta de lo más atractivo, especialmente si hablamos de la variante Extreme, la de aspecto más desenfadado y de las mejor equipadas.
Paso largo...
O ritmo corto. Poco importa. Porque la suma del combustible acumulado con los dos depósitos (gasolina y GLP) suponen poder superar los 1.000 km sin repostar, lo que es una cifra de lo más respetable y más en nuestros días. Sin embargo, donde el Jogger va a marcar diferencias es cuando esté utilizando GLP —no confundir con el difícil de conseguir GNC, gas natural comprimido, que explota el consorcio Volkswagen—, un combustible que a la hora de escribir esta prueba se sitúa en 1,01 €/litro frente a los 1,709 €/litro de la gasolina de 95 octanos. En términos económicos y en base a lo medido replicando todos nuestros recorridos con gasolina y GLP habría una diferencia de 2,36 €/100 km a favor del GLP…que en una proyección a 20.000 km al año se convertirían en casi 500. Y todo con la sensación, avalada por el cronómetro, de tener una mejor respuesta al acelerador, dentro de la modestia de una mecánica de 100 CV.
Cierto es que no es ningún misil acelerando, como tampoco lo pretende, y su refinamiento dista mucho de ser el de una berlina de súper lujo. Eso sí, la impresión a bordo es más que correcta a pesar de detalles como la facilidad con la que la sonoridad llega al habitáculo, cómo el cambio no es todo lo preciso o rápido que nos gustaría y que algunos revestimientos y ajustes denotan esos ahorros necesarios para ofrecer un precio imbatible.
Sus puntos fuertes tienen más que ver con la funcionalidad y la versatilidad de uso. Así, tiene una altura libre al suelo de 200 mm que ya quisieran para sí buena parte de los SUV más populares y las molduras plásticas de pasos de rueda y puertas podrán ahorrar no pocos disgustos. También su zona de carga ofrece posibilidades, a cambio de dejar algo más de medio metro de distancia para poder levantar el portón. El plano de carga está a apenas 66 cm respecto del suelo y la boca de carga resulta de lo más generosa (105 cm de anchura y 86 en el plano vertical): argumentos de peso todos ellos.
...Y sin prisa
Como decíamos, vamos a sacar lo mejor del Jogger empleando GLP por sensación frente al acelerador y coste, si bien la cifra de consumo será siempre superior a cuando nos moviésemos en gasolina. No hay diferencias en cambio, o habría que tener oído de director de orquesta, para percibir diferencias en cuanto a la sonoridad funcionando sobre uno u otro combustible, lo que puede modificarse en marcha simplemente pulsando un selector en la zona izquierda del salpicadero.
En marcha se le nota más a gusto a ritmos tranquilos que buscando límites. Devuelve entonces sensaciones de comodidad nacidas de una suspensión confortable y unos neumáticos de perfil generoso para lo que estamos acostumbrados. También su equipo de frenos funciona con solvencia —a pesar de que los tambores traseros le identifican como un automóvil desarrollado a partir de la plataforma más pequeña—. Eso sí, no resulta un coche extraordinariamente ágil al maniobrar ya que con una dirección bastante lenta y un diámetro de giro que supera los 11,5 m, será más que recomendable esa maniobra extra que a menudo queremos ahorrarnos en el día a día.
Pocos peros, en cambio, pueden ponerse a la relación valor/dinero/equipamiento ya que, descuentos oficiales incluidos, este Jogger Eco G Extreme anuncia un precio sub 22.000 euros y no le faltan elementos como la apertura sin llave, el freno de estacionamiento eléctrico, ayudas a la conducción , etc. que de serie le hacen más interesante que su hermano de gama en acabado Comfort y vitaminado con equipamiento opcional.
SERIE LIMITADA
La serie limitada Extreme no es nueva en la familia Dacia, pero sí se ha incorporado al Jogger para añadir un plus de equipamiento y versatilidad al modelo más moderno. En este caso, además de montar la nueva identidad visual de la marca, el Jogger Extreme ofrece un plus de funcionalidad gracias a un control de tracción específico, el Extended Grip, que mejora la adherencia sobre terrenos complicados de escasa adherencia como arena, barro o nieve. Sin ser una tracción integral y sin montar neumáticos específicos, sí que ofrece un plus de tracción adoptando unos parámetros específicos tanto de dosificación del acelerador como con el uso combinado de los frenos, que simularían las veces de un diferencial autoblocante facilitando que la rueda con mayor motricidad colaborase activamente en mantener el avance.
Su complemento más fácilmente identificable viene dado por la estética, con elementos específicos como los emblemas y protecciones plásticas, los revestimientos del interior, con un tejido mixto que puede ser lavado con un paño húmedo y las atractivas barras de techo. Éstas son modulares, como las estrenadas por el Renault Kangoo, lo que quiere decir que incluyen en si mismas las barras transversales, con lo que se evita tener que incurrir en un gasto adicional para transportar objetos fuera de la carrocería.
También en el capítulo de equipamiento opcional se sitúan elementos prácticos como el enganche de remolque (487 € el desmontable con conexión de 13 pines y 463 € el de 7 pines), de seguridad, como los sensores de aparcamiento (183 € tanto el delantero como el trasero) y de confort, como el cargador por inducción de smartphone.
Dacia Jogger ECO-G: Ficha técnica y mediciones del Centro Técnico
- Precio. 21.800 €
- Potencia: 101 CV
- Consumo medio GLP: 4,4 kg/100 km.
- Motor: delantero transversal. 3 cil en línea. 999 cm3. Inyección indirecta. Turbo.
- Dimensiones: 4,55 m de largo x 1,78 m de ancho x 1,63 m de alto
- Peso: 1.327 kg.
- Maletero: 500 l.
- Aceleración: Gasolina: 0-100 km/h: 15,02 s. 0-1000 m: 35,4 s (Velocidad de salida: 139, 5 km/h). GLP: 0-100 km/h: 12,5 s. 0-1.000 m 33,9 s : (Velocidad de salida: 145,6 km/h).
- Adelantamientos 80-120 km/h: Gasolina: 10,4 s. GLP: 10,1 s.
- Frenos: 140-0 km/h: 73,0 m. 120-0 km/h: 56,1 m. 100-0 km/h: 38.6 m. 80-0 km/h: 25,0 m. 50-0 km/h: 10,1 m.
- Consumo medio en prueba: Gasolina 5,86 l/100 km. GLP7,58 l/100 km.
- Neumáticos unidad de pruebas: Continental Eco Contact6 205/60 R16. Presiones: 2,4 /2,3 bares.
- Habitabilidad interior: Ancho: 138 cm delante y 134-125 cm detrás; Alto:103 cm delante y entre 98-89 cm detrás. Espacio para piernas segunda fila: 70 cm.
