En 2017, Cristina Gutiérrez fue la primera piloto española en terminar el Rally Dakar en la categoría de coches, acabando en la 44ª posición de la general. En 2018, la edición más dura de las disputadas en Sudamérica, repitió hito, mejorando hasta la 38ª. Ahora, 2019 será su edición más ambiciosa. La piloto de Burgos ha fichado por el equipo Sodicars, el mismo que da asistencia a Isidre Esteve.
A partir del próximo 7 de enero, en Perú, se pondrá al volante de su nuevo Mitsubishi Eclipse Cross T1 Prototype: será un prototipo en toda regla, con chasis tubular y unas mayores prestaciones, lo que le permitirá dar un salto de calidad e ir más rápido. Atrás queda el Mitsubishi Montero, un coche prácticamente de serie, preparado cómo no para el Dakar.
Así nos cuenta Cristina Gutiérrez, de 27 años y subcampeona absoluta de España de Rallyes Todoterreno, sus impresiones previas al Dakar 2019. En el vídeo recordamos sus ediciones pasadas y sus esperanzas para este año. Si quieres conocer sus proyecto en detalle, sigue leyendo.
Pregunta: ¿Qué objetivo te marcas para este Dakar?
Respuesta: El objetivo realista es siempre terminar, pero con el coche y la evolución a prototipos que hemos hecho, y al correr en una categoría más preparada, confío que si todo sale bien, me encantaría quedar entre los 25 primeros. Para mí, sería otro sueño.
P: Coche completamente nuevo con este Mitsubishi Eclipse Cross… ¿Cuáles son sus puntos fuertes?
R: Desde el chasis tubular, fabricado expresamente para correr es todo nuevo respecto al del año pasado. El cambio es secuencial, este año ya llevamos gatos hidráulicos, los frenos, motor… el 90% del coche para mí es nuevo. La primera vez que lo conduje me dije: “a ver cómo me adapto". Lo hice muy rápido, aunque aún me queda, porque el coche puede dar mucho de sí, y creo que todavía estoy usando un 60 por ciento de lo que es capaz. Conforme vayan pasando los kilómetros, al final me adaptaré al 100%.
P: ¿Cómo te esperas este Dakar?
R: Perú, únicamente, con unas dunas que conozco bien al pasar ya antes por ahí. Y son muy complicadas, a nivel técnico son mucho más difíciles que las de Marruecos, para mi gusto, y muy imprevisibles. En Marruecos puedes ver cómo terminan, por el viento, pero en Perú… donde menos te lo esperas, cae en pico, es redonda… Cada duna tiene un peligro, habrá que ir con mucho ojo. La clave va a estar ahí: en mantener un ritmo constante sin perder demasiado tiempo, y este año con todos los buggies ligeros, va a haber mucha lucha allí arriba, allí les favorece el terreno.
P: ¿Llegas mejor preparada física y mentalmente a esta edición?
R: Físicamente, siempre hago el mismo trabajo y estoy contenta, nunca me he resentido en ediciones pasadas y espero que en ésta tampoco. Mentalmente, voy bastante más descansada, porque el año pasado hubo algunos asuntos, como fue el presupuesto, que te preocupa. Este año voy más tranquila. Sodicars me ha dado su apoyo 100% desde el principio, y cualquier cosa que me faltaba ellos estaban ahí pendientes. También me he rodeado de el equipo humano que yo he podido cumplir: no sólo eso, sino un grupo de amigos, que lo que también hace lo haga porque le apetece, que no sea sólo trabajo.
P: ¿Cómo ha sido tu año antes de llegar a este Dakar?
R: Dentro de lo que podemos correr, porque los presupuestos son muy limitados para hacer el Dakar, creo que ha sido un año de entrenamientos necesario: Baja Aragón y la prueba del Nacional en Guadalajara, y luego me he bajado a Marruecos a practicar en las dunas. Si pudiese correr más, me encantaría, pero hay que elegir y creo que ésta es la mejor forma de entrenar.
P: ¿Cómo se compensa para llegar a una prueba tan dura como el Dakar, teniendo que competir tan pocas pruebas?
R: A mí me encantaría llegar al punto en el que puedo decidir cada semana cómo entrenar y hacer test. Al final, el que más entrena, es el que en mejores condiciones llega. Yo, llego en buenas condiciones porque considero que ya con las pruebas que llevo detrás y el trabajo que hemos hecho es lo que hay que hacer para llegar bien.
P: ¿Qué nuevos apoyos tienes para este Dakar 2019?
R: Se han mantenido, algo que es muy importante, Grupo Antolín, Mitsubishi, BF Goodrich… Y han llegado otros nuevos, como el Banco Santander Consumer Finance, que son muy buena gente; la Junta de Castilla y León, que nos da una aportación; y una empresa de eventos, Events Europe, que nos ayuda con la logística de viajes. En general, hay un grupo familiar muy chulo y que nos ayudan a hacer esto posible.
P: ¿Cómo se fraguó el cambio de equipo?
R: Cuando acabé el segundo Dakar, me planteé hacer un cambio porque, habiendo sufrido tanto, lo necesitaba, y eso pasaba por cambiar de equipo. Estaba preguntando, necesidades técnicas y económicas… Isidre desde el principio ya me habló muy bien de Sodicars, y estaba encantado. Me dio el teléfono y desde el principio se interesaron en mí, me ayudaron y ahí estamos.
P: La figura de la mujer en automovilismo está cada vez más presente. ¿Cómo lo ves desde tu posición?
R: Sí, y creo que es todo gracias al trabajo que se está haciendo de base. Ya no sólo en el deporte del motor, sino en el deporte en general. La figura de la mujer es cada vez más importante, y el deporte femenino es cada vez más seguido. Yo creo que esto está ayudando a que entren más chicas, sea el deporte que sea, y eso lo podemos ver en las inscripciones del Dakar de este año, en el que hemos alcanzado el mayor número de inscritas de toda la historia. Eso es buena noticia. Somos pocas, 17 de 500, pero cada vez hay más.
P: ¿Qué te parecen las W Series que se estrenan en 2019 en los circuitos?
R: Yo creo que es bueno para el deporte femenino porque es una fórmula promocional. Esto va a ayudar a que muchas chicas entren y lleguen a categorías superiores. Otra cosa sería que, cuando llegas, te separen… a mí eso no me gustaría, porque yo me veo capaz de luchar contra hombres, sería una tontería. Es como lo que viví yo en 2015, que hice un campus en Qatar, sólo para chicas, y eso me catapultó al Dakar. Es más o menos la misma idea.
