La tecnología del coche autónomo parece estar avanzando a pasos agigantados. La última prueba es el vídeo en el que podemos ver a un coche de la Roborace avanzando por el circuito de Berlín del campeonato de Fórmula E a 200 km/h. Estos vehículos están en fase de pruebas pero ya veremos de lo que son capaces si, con la tecnología aún en pañales, ya son capaces de alcanzar estas velocidades.
Estos 200 km/h pueden suponer un importante hito en la futura competición de vehículos autónomos y, por ende, en el avance de vehículos de calle, ya que nos da una idea de lo rápido que avanza una tecnología que tiene mucho futuro por delante.
De momento, estos vehículos autónomos son conducidos en primer lugar por pilotos profesionales que toman las curvas del circuito como mejor saben para aportar estos conocimientos a los propios coches. Una vez que se cuenta con los datos suficientes, el coche es capaz de moverse solo y, conforme da más y más vueltas, es capaz de mejorar sus tiempos arriesgando un poco en cada giro.
Este es el motivo por el que en el vídeo, el coche autónomo no apura las frenadas o evita acercase en exceso al muro. Poco a poco, su inteligencia artificial va recabando datos para mejorar su comportamiento, tanto que se espera que este tipo de vehículos alcance velocidades cercanas a los 300 km/h en circuito.
La Roborace
Compartiendo organizadores con la Fórmula E, se espera que la Roborace comience siendo la telonera de la primera competición completamente eléctrica de la FIA para, más adelante, convertirse en una competición propia. El interés por este campeonato reside en que será el primero con vehículos eléctricos completamente autónomos, lo que puede suponer un importante desarrollo de este tipo de tecnología en las futuras aplicaciones al coche de calle.
Después de ver el vídeo, las dudas que nos surgen son muchas. La primera de ellas es hasta dónde podrá mejorar el tiempo empleado para dar una vuelta al circuito y qué velocidades se podrán llegar a alcanzar. Pero también otras más enfocadas a la diversión propia de las carreras: ¿conseguirán que los coches compitan entre ellos buscando diferentes trazadas y cerrando los huecos o la Roborace se convertirá en una procesión de coches sin interés?
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