Desde que se anunció que Mercedes cambiaba por completo y hacía “borrón y cuenta nueva” en su Clase A, las peticiones han ido aumentando de forma exponencial. En nuestro mercado, la Clase A representa un inesperado, pero merecido, éxito avalado por su lista de pedidos. Hasta ahora, su versión más potente y dinámica, el A 250, se defendía con bastante dignidad a la hora de plantar cara a sus rivales, pero faltaba algo, esa especial versión que bajo el apellido de AMG pudiera medir sus fuerzas con rivales de la talla del Audi S3 o el BMW Serie 1 M. Y en Mercedes no han escatimado absolutamente nada a la hora de poner 'manos a la obra' de la mano de su filial deportiva, AMG.
Ya sólo con ver la ficha técnica nos daremos cuenta de que no se han dejado 'nada en el tintero' para poner las cosas difíciles a sus rivales e, incluso, han dado carpetazo a algunas de las cosas que sus responsables, tanto los de Mercedes como los de AMG, dijeron en tiempos pasados que no llevarían sus coches como el turbo o la caja de cambios automática o de doble embrague.
El motor de estos modelos es un cuatro cilindros (si has leído bien, un 4 cilindros) con una cilindrada más bien pequeña (no llega a los dos litros), pero con toda la tecnología de última hornada como la inyección directa, los inyectores piezoeléctricos con presión de 200 bares que pertenece a la familia BlueDIRECT y que, gracias a su gestión electrónica y la presencia del turbocompresor con técnica TwinScroll, anuncia nada más y nada menos que 360 CV de potencia. Es decir, nos encontramos con el motor de cuatro cilindros más potente de todos los que se fabrican de serie en estos momentos, con una potencia específica de 188 CV/litro. ¿Alguien da más?
En AMG están no sólo orgullosos de este motor, sino que lo fabrican siguiendo su filosofía de 'one man, one engine', es decir un mecánico es el encargado de montar un motor en concreto y lo firma para dar fe de que así se hace.
Girar la llave de contacto significa despertar de su letargo a los 360 CV que se esconden bajo el capó delantero. El bronco sonido que proviene del mismo es sólo un anticipo de lo que se puede esperar de él y delata su poderío simplemente desde el ralentí.
La caja de cambios automática de siete velocidades está firmada también por AMG; la palanca de cambios no está tras el volante (como en el 250), sino que está puesta entre los asientos delanteros y procede del SLS AMG; más pistas sobre quién es este A45 AMG.
Se puede elegir entre tres modos de funcionamiento C (de confort y que es un programa donde prima el consumo. De hecho lleva función Stop/Start), S (más deportivo) y M (manual, los cambios se realizan con las levas que hay tras el volante).
Elegimos el modo S para empezar nuestros primeros kilómetros por las autopistas alemanas. El sonido procedente del motor se hace más bronco aún. Primera, acelerador a fondo y comienza la escalada de velocidad a un ritmo ciertamente sorprendente. Los cambios de marcha se realizan en la zona alta del cuentarrevoluciones y los 360 CV de potencia nos permiten ponernos en un tiempo muy corto rozando la velocidad máxima autolimitada del coche. Y todo ello con una sensación de aplomo y seguridad muy alta.
Sonido embaucador
Toca salir de la autopista y ponerse en marcha por carreteras de doble sentido con curvas, asfalto en perfecto estado con algunas zonas húmedas y todo ello rodeado de los inmensos y perfectamente cuidados bosques y zonas de labor de Alemania. Elegimos el modo manual. El 'petardeo' que llega procedente del motor cuando realizamos cada cambio de marcha nos hace sentirnos como en la gloria. Hacía mucho tiempo que no escuchábamos un sonido tan parecido al de los coches de competición en un coche de calle.
Sube de vueltas con tanta facilidad que se nos acaban las marchas enseguida, la aguja del velocímetro va ganando dígitos con una rapidez inusitada. La tracción total 4Matic, unas suspensiones afinadas por AMG (que se notan firmes, muy firmes, cuando vas rodando a baja velocidad, pero que se vuelven un perfecto aliado cuando se exprime el motor al máximo) y el cambio de marchas con su inmediatez tanto al subir de velocidad como al reducir, hacen que el A45 AMG nos impresione por su facilidad para rodar deprisa con un alto grado de seguridad.
Hemos llegado a nuestro destino, el recientemente estrenado circuito 'Bilster Berg Drive Resort', una especie de Ascari pero ubicado en medio de un bosque y con un tobogán que tiene un desnivel del 23 por ciento. Cambio de coche y primeras vueltas siguiendo a un SLS AMG que nos sirve de guía. Nuestro coche es un A45 AMG con el Paquete Edition 1 que añade elementos diferenciadores tanto dentro (tapizado en simil cuero, volante AMG con napa, etc…) como fuera del coche (alerón trasero, llantas específicas, pinzas de freno pintadas en rojo, etc…), pero no añade ni un solo extra de potencia.
A la caza del SLS
Aquí 'sin piedad', tanto al acelerador como al freno. El SLS no se nos podía escapar. Y lo cierto es que en circuito el A45 AMG hace gala de su apellido. Las frenadas 'a muerte' se saldan con una detención del coche sin problemas; el coche frena recto, con un ligero (y lógico) movimiento del tren trasero, pero sin que se sienta en ningún momento una pérdida de trayectoria. La dirección manda con total precisión a las ruedas delanteras hacia donde quiere el conductor llevar el coche, la tracción total hace que podamos salir de las curvas con mucha rapidez aunque nos pasemos con el acelerador. El tren trasero inamovible incluso con toda la electrónica desconectada. Eso sí, cuando el SLS AMG se puso 'a tirar' con todo su poderío… nuestro A45 AMG tuvo que rendirse ante el potencial de su hermano mayor. Pero nosotros nos bajamos con una gran satisfacción al comprobar el buen trabajo que se ha realizado en todos los elementos (bastidor, chasis, frenos, motor) que componen la opción más deportiva de la Clase A.
Ahora a esperar a que las primeras unidades de pruebas estén en nuestro poder y comprobar si tanto el Audi S3 como el BMW Serie 1 tienen motivos para “echarse a temblar”. No os despistéis mucho, porque no pasará mucho tiempo. Estad atentos.
