A falta de pequeños detalles de acabado y definición de equipamientos, hemos tenido la oportunidad de probar el nuevo Skoda Kodiaq. No ha sido en Alaska, de donde proviene su nombre en honor a una familia de osos, cuya población también recibe el mismo nombre (acabado en “k”, en lugar de “q”), sino al oeste de Noruega, en las inmediaciones de Alesund, que los responsables de Skoda califican como el entorno europeo más similar al “Kodiak” de Alaska.
Las sensaciones sobre el nuevo Skoda Kodiaq han sido muy positivas, especialmente por su facilidad de conducción, su sencillez y sus soluciones 'inteligentes”', denominadas 'simply clever, que realmente lo son. Lo primero que llama la atención son sus dimensiones exteriores, pues es más grande que un SUV compacto, pero no llega a ser mastodóntico, con 4,69 metros de longitud total, 1,88 m de ancho y una batalla larga, de 2,79 metros. Su diseño es sencillo y responde a los estándares de Skoda, aunque adaptado a las nuevas necesidades de un tipo de vehículo como éste, en cuanto a robustez y espacio, pero sin ser exagerado en ningún caso. Se mantiene el estilo de los faros con efecto cristal, que pueden ser de LED en las variantes más altas de la gama, y destacan los faros antiniebla situados en una posición muy elevada, casi tocando a los grupos ópticos principales. El capó también presenta una nervadura pronunciada en forma de “V”, que realza la imagen y potencia el relieve. Lo mismo ocurre con el pliegue lateral que recorre la carrocería desde los faros delanteros hasta los pilotos posteriores, estos últimos, con formas tridimensionales, que pueden ser mixtos con luces incandescentes y led o full Led.
Gracias a las generosas dimensiones del Skoda Kodiaq, se han podido desarrollar versiones de cinco y siete plazas con una misma carrocería y una capacidad de maletero fuera de lo común. Para hacernos una idea, con cinco plazas cubica 720 litros, alcanzando los 2.065 si se abaten los respaldos posteriores. En el caso de las variantes de siete plazas, la capacidad del maletero, con todas las plazas ocupadas, es de 270 litros, similar a la de un Skoda Fabia; de 630 litros si abatimos los respaldos de la tercera fila, y de 2005 litros en el caso de abatir los respaldos de las dos últimas filas.
Skoda Kodiaq: mucho espacio interior
Además, los asientos de la segunda fila del Skoda Kodiaq se pueden deslizar longitudinalmente 17 cm y los respaldos centrales se pueden reclinar y abatir en proporción 40:20:40 para repartir el espacio entre carga y pasajeros. Dispone de mandos en el maletero para poder realizar el plegado de los respaldos y añade nuevas funcionalidades al permitir tanto la apertura como el cierre del portón posterior con sólo pasar el pie por debajo del paragolpes.
Todas las cotas interiores del Skoda Kodiaq son destacables, con una anchura a la altura de los hombros de 1,48 m delante y 1,45 m detrás, y más de 1 m para la altura de la cabeza tanto delante como en la fila central. Además, el acceso a la tercera fila es muy bueno, ya que la banqueta central se desplaza hasta juntarse con el respaldo del asiento del acompañante. Sin ser plazas para que viajen adultos en distancias largas, sí permiten bastante comodidad y holgura suficiente para tallas pequeñas o medias.
Skoda Kodiaq: variedad de motores en gasolina y Diesel
La gama de motores que equipará el nuevo Skoda Kodiaq contempla versiones de 1,4 a 2,0 litros de cilindrada en gasolina y Diesel. Así, estarán disponibles dos variantes 1.4 TSI de 125 y 150 CV, el primero de ellos como versión de acceso a la gama, únicamente con tracción al eje delantero y transmisión manual de seis velocidades, que ofrece un par máximo de 20 mkg. El siguiente escalón, también 1.4, pero con 150 CV y 25,5 mkg de par, estará disponible con sistema de tracción total, bien con caja manual de seis velocidades o con la caja automática de doble embrague DSG, también de seis marchas. La tercera variante de gasolina será un 2.0 TSI de 180 CV y 32,4 mkg de par, dotado de un nuevo sistema de combustión, que se ofrecerá exclusivamente con cambio DSG y tracción total permanente.
En el caso de los motores Diesel del Skoda Kodiaq, las dos versiones 2.0 y cuatro cilindros, pero en configuraciones TDI de 150 y 190 CV de potencia, respectivamente. La primera de ellas se ofrecerá tanto en tracción delantera como total, con caja manual o automática de doble embrague DSG, mientras que la versión tope de gama TDI, de 190 CV de potencia y 40,8 mkg, estará disponible únicamente con tracción 4x4 y caja automática DSG de siete relaciones. En este caso, las prestaciones son un punto a destacar, con una velocidad máxima de 209 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/ en 7,8 segundos. Por el momento no se han facilitado datos oficiales sobre consumo y emisiones, aunque los ingenieros de la marca aseguran que estos aspectos han sido especialmente cuidados en el Skoda Kodiaq.
Entre las funcionalidades que responden a la conducción conviene destacar la especial puesta a punto del DCC, Dynamic Chassis Control, que dispone de tres modos de funcionamiento, Normal, Sport y Comfort, además de una modalidad “Snow”, que varía los parámetros de actuación del ABS, el ASR, el ACC y activa el control de descensos, sitúa la dirección y el DCC en modo Normal. En modo offroad se puede circular a una velocidad inferior a 30 km/h, desconectándose automáticamente si se supera esta cifra.
No se trata de un todoterreno al uso, pero las cotas offroad que anuncia el Skoda Kodiaq permiten ciertas prácticas fuera de carretera, pues dispone de un ángulo de ataque de 22º, un ángulo ventral de 19,7º, 194 mm de altura libre al suelo y 23,1º de ángulo de salida. Para los usuarios que utilicen remolque, el Kodiak puede arrastrar hasta 2.5 toneladas y se ofrece opcionalmente un sistema de asistencia de aparcamiento con remolque, que facilita enormemente las maniobras.
Skoda Kodiaq: muy fácil de conducir
Durante la breve toma de contacto realizada en Noruega, tuvimos la oportunidad de conducir la versión 2.0 TDI 4x4 de 190 CV con cambio automático DSG de 7 velocidades. Lo primero que nos llamó la atención fue la facilidad de conducción, pues en ningún momento el Skoda Kodiaq se siente pesado o aparatoso. El Diesel más potente ofrece buena dosis de potencia desde el ralentí y, apoyado en el cambio DSG, hace que la entrega sea muy suave y progresiva. Las levas en el volante contribuyen a aprovechar el freno motor con reducciones perfectas y en modo automático las transiciones se realizan con rapidez y suavidad, tanto en modo sport, como en modo normal.
También una dirección precisa y rápida contribuye a elegir la trayectoria con suma facilidad, siendo modificable a través del DCC (más o menos asistida), lo mismo que ocurre con la respuesta del acelerador y con las suspensiones, que varían mucho entre los modos confort o sport. Por nivel de ruido no podemos juzgar con mucha precisión, ya que los “muletos” probados disponían de camuflajes tridimensionales que en algo elevan el nivel de decibelios e interiores aún sin terminar con los materiales definitivos. No obstante, no parecía especialmente ruidoso ni siquiera en una pequeña zona offroad con piedra suelta y pendiente muy pronunciada.
Skoda Kodiaq: 30 soluciones “Simply Clever”
Muchas de ellas son conocidas de otros modelos Skoda, pero conviene destacar algunas de ellas, especialmente prácticas. Llama la atención el sistema de protección de puertas para evitar golpes y desconchones, que saca automáticamente un protector de goma que se fija en el canto al abrir la puerta y se retrae al cerrarla, siendo completamente invisible desde el exterior. También nos ha llamado la atención el bloqueo de puertas traseras eléctrico, para evitar que los niños puedan abrirlas accidentalmente. Por supuesto, dos paraguas, uno en cada una de las puertas delanteras y, como curiosidad, un “sleep package” una bolsa plana que se aloja delante de la banqueta en el que se encuentra una manta plegada y una almohadilla inflable para el cuello…
Además, sistema de comunicación mediante micrófono que actúa sobre los altavoces posteriores, maletero con tapa reversible y alojamiento específico para la cortinilla ocultaequipajes, portabebidas que bloquea la botella para que pueda ser abierta con una sola mano, mesas plegables con soporte para latas tras los respaldos delanteros, cristales atérmicos, apertura y cierre de las ventanillas con una pulsación larga en el mando a distancia de la llave… y hasta volante calefactado si se desea.
Skoda Kodiaq: ayudas a la conducción, hasta 22 asistentes
En materia de electrónica y conectividad, Skoda ha tirado la casa por la ventana, aplicando las últimas tecnologías disponibles en ayudas a la conducción, confort, entretenimiento y servicios asistidos. Así, el nuevo Kodiaq podrá disponer de cámaras laterales y traseras que permitan tener una visión del entorno para mejorar la seguridad, sistema de ayuda de aparcamiento con función de control, que frena automáticamente el detectar un obstáculo en el camino cuando circula a una velocidad inferior a 30 km/h. Tampoco se olvida del Control activo de velocidad de crucero, asistente de salida de carril, sistema de control de descensos, etc. En cuanto a conectividad, destaca el elevado nivel aplicado en el modelo, procedente de la plataforma modular de Volkswagen, con sistemas de navegación basados en Google Maps, pantallas capacitivas de 8” (a mediados del año próximo se incluirá una más grande, de 9,2”).
Se ofrecen diversos sistemas online, tanto de información como de navegación y algunas funcionalidades de asistencia y soporte. Servicio de emergencia en caso de necesidad o accidente con aviso del punto exacto en el que ha ocurrido el percance, severidad del accidente, número de personas implicadas, etc. También se pueden recibir notificaciones mediante conexión con el móvil para conocer el punto exacto en el que se encuentra el coche, si está abierto o cerrado, la autonomía disponible, además de actuar como punto de acceso 4G con conexión para ocho dispositivos. El primer año se encuentra libre de cargo el sistema y se calcula que los siguientes podrían costar en torno a los 120 euros/año en Europa, dependiendo de la operadora.
El sistema es capaz de actuar con los protocolos de comunicaciones SmartLink, Apple CarPlay, Android Auto, MirrorLink y SmartGate. Además, el dispositivo de carga inductiva conecta el Smartphone a la antena del techo para mejorar la señal de emisión y recepción y recarga la batería del móvil con solo dejarlo sobre la superficie específica para tal efecto.
También es posible enviar una ruta o una cita desde el teléfono, localizar estaciones de servicio, restaurantes o parkings de forma muy sencilla. Incluso tener una panorámica del destino con Google Street View.
En principio está previsto estructurar la gama en tres diferentes niveles de acabado, con precios muy similares a los del Skoda Superb Combi, es decir, entre 27.000 y 45.000 euros.
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