Los nuevos Porsche 911 Turbo y Turbo S pudimos conducirlos en el circuito de Kyalami, situado en las afueras de Johannesburgo (Sudáfrica). Un trazado que se acaba de renovar completamente.
Pertenecientes a la generación 991-II del Porsche 911, las nuevas versiones Turbo se distinguen por una estética bastante renovada, que recibe las modificaciones vistas en las versiones Carrera y las específicas de esta versión. Lo más llamativo son las voluminosas entradas de aire en las altas traseras su mayor anchura y el original diseño del spoiler trasero.
Los Porsche 911 Turbo y Turbo S mantienen el bóxer de 3.8 litros alimentado por dos turbocompresores. Se ganan 20 CV para alcanzar 540 y 580 CV respectivamente. Ambos montan sofisticados turbocompresores de geometría variable, una solución que hasta la fecha tan solo la marca de Stuttgart se ha atrevido a emplear en motores de gasolina, siendo bastante habitual entre los diésel modernos. En esta ocasión, no obstante, en el Turbo S se estrenan turbos de mayores dimensiones, siendo esta una de las principales novedades que aporta el modelo desde el punto de vista técnico.
En los Porsche 911 Turbo y Turbo S el sistema de tracción total PTM también se ha puesto al día para la ocasión. Con este objetivo los discos del embrague central de reparto se han reforzado, se ha reprogramado asimismo la centralita que lo gobierna para conseguir unos tiempos de actuación más rápidos. Este es básicamente el mismo que se emplea en los Carrera 4 y 4S, si bien en el caso de las versiones Turbo se monta un radiador para mantener el aceite del embrague a una temperatura de trabajo óptima. La caja de cambios es la eficaz PDK de siete marchas que tan buenas cualidades ha demostrado siempre.
Porsche 911 Turbo y Turbo S 2016, prestaciones
Para los Porsche 911 Turbo y Turbo S se declaran 3 y 2,9 segundos de 0 a 100 km/h respectivamente, mientras que la velocidad máxima se cifra en 320 y 330 km/h, cifras que les sitúan entre los deportivos más veloces del momento.
El Porsche 911 Turbo S pudimos pilotarlo en el exigente trazado del circuito de Kyalami. Ejerciendo de coche liebre uno de los pilotos de la marca a bordo de un flamante Porsche 911 GT3, desde la primera vuelta se imponía un ritmo altísimo. El empuje del motor 3.8 litros bóxer turboalimentado impresiona sobremanera, con una fuerza y un empuje casi sobrenatural. Afortunadamente, la descomunal caballería disponible es muy dosificable y el elaborado bastidor del 911 Turbo S es capaz de asimilarla sin demasiados problemas. El coche impresiona por lo que mucho que corre, pero aún más por la facilidad con la que lo hace y la tranquilidad que se vive a los mandos rodando al límite en pista de carreras. Transmite siempre mucha confianza, va muy sujeto al asfalto y exactamente por donde uno quiere. Hay que forzar mucho las cosas para que el tren trasero se desmande y cuando lo hace, resulta bastante intuitivo en sus reacciones; normalmente basta un ligero contravolante y dosificar bien con el pedal del gas para solventar la situación.
Los Porsche 911 Turbo y Turbo S, se ponen a la venta por 200.822 € y 232.995 €, incluyendo en el precio los frenos cerámicos, que como se pudo comprobar en la pista sudafricana, son muy potentes y soportan el trato más exigente sin inmutarse, lo que dice mucho en su favor al tratarse de un coche tan prestacional como este. Las frenadas se pueden apurar hasta límites insospechados y el tacto de pedal se mantiene firme y consistente en todo momento.
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