Lexus LS 460

El LS 460, la berlina más grande de Lexus, representa el mejor y mayor contenido tecnológico de la rama noble de Toyota, todo ello aplicado para ofrecer un automóvil en el que el lujo y el confort son sus dos pilares fundamentales.

Lexus LS 460
Lexus LS 460

Presentarse ante cualquier gran berlina de representación de los fabricantes más prestigiosos nos lleva siempre a esperar el mejor coche del mundo fabricado en grandes series. Son los coches más sofisticados y avanzados y, en cierta medida, tienen algo de muestrario rodante, en el que cada marca enseña todo su potencial tecnológico. En ellos descubrimos siempre nuevas patentes y aplicaciones tecnológicas, dado que son los modelos más dispuestos a rentabilizar los procesos de investigación y desarrollo de las tecnologías más vanguardistas. Como resumen de todas las innovaciones del Lexus LS, habría que destacar su nuevo motor, que estrena un sistema de inyección doble, directa e indirecta, y una distribución variable que combina el habitual procedimiento hidráulico con otro eléctrico, efectivo donde aquél no es operativo: en frío y a muy bajas revoluciones. Asociada al motor aparece la primera caja de cambios automática de 8 velocidades. Y no por conocido en otros coches, el LS también despunta con una dirección eléctrica de desmultiplicación variable (de 2,5 a 3,6 vueltas entre topes según la velocidad), que además se implica en las decisiones del control de estabilidad (propone contravolantes). Frenos electrohidráulicos (también implicados en nuevas funciones de seguridad), un control de velocidad activo (frena y reacelera en función de los coches que detecta) y un doble sistema precolisión que barre la zona delantera y, como novedad, la trasera, en este caso ajustando cinturones y reposacabezas, son otros de los sistemas que “blindan" a este LS. Para el final hemos dejado lo más increíble, que por cuestiones parece que comerciales, no lo veremos en las unidades que llegarán a España: el lector de infrarrojos que enmarca el rostro del conductor y analiza su parpadeo, intuyendo síntomas de sueño (le avisaría y activaría el sistema precolisión), y , como más sorprendente y que pudimos probar en la presentación internacional, un detector de carril que no sólo avisa acústicamente si pisamos las líneas blancas que lo delimitan, sino que en caso de ignorar el aviso, actúa automáticamente sobre la dirección con vitales correcciones. Como hemos dicho, este sistema lo probamos en autopistas austriacas y nos quedamos impresionados por su efectividad. De hecho, nos resultó el avance más impactante en seguridad activa de los últimos años, apuntando a un futuro de ciencia ficción.Es cierto que todas estas aportaciones marcan el avance más significativo del nuevo LS 460, pero para el día a día si tuviéramos algo que destacar sobre todas las cosas sería, de nuevo, su impresionante confort general. Bajo su imponente estampa de más de 5 metros de largo encontramos un habitáculo gigante en el que aparecen cuatro plazas extraordinarias, porque aun homologado para cinco, la banqueta posterior ergonómicamente dibuja dos plazas. Todos los asientos son perfectas piezas de acomodo, grandes y multirregulables, y en este acabado President se llevan todos los reglajes eléctricos habituales – incluida la calefacción- también a las plazas traseras. Desde allí, se puede desplazar hacia delante el asiento delantero derecho para estirar las piernas, una clara configuración, esta President, destinada al propietario que viaje detrás. Pantalla DVD, control directo sobre un extraordinario equipo de sonido y climatización, cortinillas laterales y trasera, nevera… sólo faltaría un despacho automático de la prensa diaria. El “chófer", no por estar en horario laboral, deja de ser otro privilegiado. El ambiente reúne lujo y tecnología a raudales y con una calidad percibida elevada. Pero aquí queremos reparar. La tradicional configuración del salpicadero y la generalidad de todos sus mandos restan exclusividad y hasta cierto punto sello de coche excepcional. Es cierto que está refinado y equipado hasta los límites, pero nos resulta muy impersonal, “demasiado visto". No por ello deja de transmitir sensación de coche espectacular: madera, cuero, electrónica… y una protagonista pantalla táctil multifunción que agrupa el manejo de varios campos, incluida una agenda personal (imprescindible leerse el manual del propietario) y visiona la zona posterior, facilitando la maniobra de aparcamiento. Con la llave electrónica que estrena, las puertas del LS se desbloquean al tirar de las manillas. El volante se desplaza para facilitar el acceso y la puesta en marcha sólo precisa de la pulsación de un botón. También el freno de estacionamiento se acciona a toque de tecla y aún más fácil resulta gobernar por órdenes vocales el sistema de navegación, el equipo de música, la climatización o el teléfono… si hablamos inglés, francés o alemán. Parece otro “despiste" entre tanta perfección que los intermitentes no tengan etapa corta por pulsación, cuando aparecen otros tantos refinamientos como el cierre asistido de las puertas o el manejo eléctrico de apertura y cierre del maletero.Presentarse ante cualquier gran berlina de representación de los fabricantes más prestigiosos nos lleva siempre a esperar el mejor coche del mundo fabricado en grandes series. Son los coches más sofisticados y avanzados y, en cierta medida, tienen algo de muestrario rodante, en el que cada marca enseña todo su potencial tecnológico. En ellos descubrimos siempre nuevas patentes y aplicaciones tecnológicas, dado que son los modelos más dispuestos a rentabilizar los procesos de investigación y desarrollo de las tecnologías más vanguardistas. Como resumen de todas las innovaciones del Lexus LS, habría que destacar su nuevo motor, que estrena un sistema de inyección doble, directa e indirecta, y una distribución variable que combina el habitual procedimiento hidráulico con otro eléctrico, efectivo donde aquél no es operativo: en frío y a muy bajas revoluciones. Asociada al motor aparece la primera caja de cambios automática de 8 velocidades. Y no por conocido en otros coches, el LS también despunta con una dirección eléctrica de desmultiplicación variable (de 2,5 a 3,6 vueltas entre topes según la velocidad), que además se implica en las decisiones del control de estabilidad (propone contravolantes). Frenos electrohidráulicos (también implicados en nuevas funciones de seguridad), un control de velocidad activo (frena y reacelera en función de los coches que detecta) y un doble sistema precolisión que barre la zona delantera y, como novedad, la trasera, en este caso ajustando cinturones y reposacabezas, son otros de los sistemas que “blindan" a este LS. Para el final hemos dejado lo más increíble, que por cuestiones parece que comerciales, no lo veremos en las unidades que llegarán a España: el lector de infrarrojos que enmarca el rostro del conductor y analiza su parpadeo, intuyendo síntomas de sueño (le avisaría y activaría el sistema precolisión), y , como más sorprendente y que pudimos probar en la presentación internacional, un detector de carril que no sólo avisa acústicamente si pisamos las líneas blancas que lo delimitan, sino que en caso de ignorar el aviso, actúa automáticamente sobre la dirección con vitales correcciones. Como hemos dicho, este sistema lo probamos en autopistas austriacas y nos quedamos impresionados por su efectividad. De hecho, nos resultó el avance más impactante en seguridad activa de los últimos años, apuntando a un futuro de ciencia ficción.Es cierto que todas estas aportaciones marcan el avance más significativo del nuevo LS 460, pero para el día a día si tuviéramos algo que destacar sobre todas las cosas sería, de nuevo, su impresionante confort general. Bajo su imponente estampa de más de 5 metros de largo encontramos un habitáculo gigante en el que aparecen cuatro plazas extraordinarias, porque aun homologado para cinco, la banqueta posterior ergonómicamente dibuja dos plazas. Todos los asientos son perfectas piezas de acomodo, grandes y multirregulables, y en este acabado President se llevan todos los reglajes eléctricos habituales – incluida la calefacción- también a las plazas traseras. Desde allí, se puede desplazar hacia delante el asiento delantero derecho para estirar las piernas, una clara configuración, esta President, destinada al propietario que viaje detrás. Pantalla DVD, control directo sobre un extraordinario equipo de sonido y climatización, cortinillas laterales y trasera, nevera… sólo faltaría un despacho automático de la prensa diaria. El “chófer", no por estar en horario laboral, deja de ser otro privilegiado. El ambiente reúne lujo y tecnología a raudales y con una calidad percibida elevada. Pero aquí queremos reparar. La tradicional configuración del salpicadero y la generalidad de todos sus mandos restan exclusividad y hasta cierto punto sello de coche excepcional. Es cierto que está refinado y equipado hasta los límites, pero nos resulta muy impersonal, “demasiado visto". No por ello deja de transmitir sensación de coche espectacular: madera, cuero, electrónica… y una protagonista pantalla táctil multifunción que agrupa el manejo de varios campos, incluida una agenda personal (imprescindible leerse el manual del propietario) y visiona la zona posterior, facilitando la maniobra de aparcamiento. Con la llave electrónica que estrena, las puertas del LS se desbloquean al tirar de las manillas. El volante se desplaza para facilitar el acceso y la puesta en marcha sólo precisa de la pulsación de un botón. También el freno de estacionamiento se acciona a toque de tecla y aún más fácil resulta gobernar por órdenes vocales el sistema de navegación, el equipo de música, la climatización o el teléfono… si hablamos inglés, francés o alemán. Parece otro “despiste" entre tanta perfección que los intermitentes no tengan etapa corta por pulsación, cuando aparecen otros tantos refinamientos como el cierre asistido de las puertas o el manejo eléctrico de apertura y cierre del maletero.