Nos llega ya el Toyota RAV hybrid y es hora de empezar a probarlo y de reflexionar. Homologar consumos reducidos en coches híbridos con el actual ciclo de medición es relativamente sencillo, porque se les permite y deja rodar durante bastante parte del ensayo en modo exclusivamente eléctrico. La realidad en conducción por carretera es luego generalmente bien distinta, ya que sólo aquellos coches sobre los que se ha realizado una gran puesta a punto obtienen resultados sobresalientes.
Es precisamente Toyota una de las marcas punteras siempre al hablar de hibridación. Ya hemos recibido la primera unidad en pruebas del nuevo Toyota RAV4 hybrid, además con tracción total, así que es hora de comprobar lo primero cuánto consume esta renovada generación. Es cierto que como consecuencia del tipo de nexo que existe entre motor eléctrico y térmico (rinde 197 CV totales), al exigirle una fuerte aceleración, el régimen de giro del motor de gasolina se escucha de manera notoria desde el interior. Pero es igualmente cierto que que el consumo real de toda su gama híbrida es siempre inferior al de sus rivales. Vayamos al grano.
Toyota RAV4 hybrid AWD: ¿menos gasto que el diésel?
El consumo real que hemos obtenido en el Toyota RAV4 hybrid AWD sobre nuestro habitual recorrido de pruebas en carretera es de 7,18 l/100 km, mientras que en uso urbano se conforma con unos muy buenos 5,84 l/100 km, lo que demuestra que a estos coches híbridos no les favorecen los ritmos mantenidos en carretera. Hay que recordar el dato homologado por el fabricante es, como siempre, más alto: 4,9 l/100 km en carretera y 5,1 l/100 km en uso urbano.
Por el momento, como hemos dicho sólo hemos empezado las pruebas al Toyota RAV4 hybrid en versión de tracción total, y seguro que cuando midamos el consumo de la variante 4x2 rebajará la cifra de carretera por no tener que “arrastrar” el motor eléctrico del eje trasero. La versión diésel de su gama con 150 CV de potencia y tracción delantera ha resultado al final ser más frugal en uso extraurbano, y ligeramente menos eficiente en ciudad. Pero hay que tener en cuenta que una de las ventajas del híbrido es que no se ve sometido a las restricciones de tráfico, por ejemplo, que se dan por motivo de la alta contaminación en las ciudades.
La conclusión es que desde el punto de vista económico, puede que quizá no rente este Toyota RAV4 hybrid AWD si lo comparamos con un Diesel de última generación, pero hay otros factores a su favor como un mayor agrado de utilización y refinamiento que por sí solos pueden decantar la balanza por este RAV4 híbrido. Y más cuando la compra se realice por querer disponer de un SUV de moda… y no se vaya a realizar un excesivo kilometraje anual.
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