Más accidentes por no mantener la distancia de seguridad

No respetar la distancia de seguridad ocasiona 4.860 accidentes al año y es causante de 1 de cada 4 colisiones. De hecho, a pesar del descenso de la siniestralidad, este tipo de accidentes se ha incrementado un 3 por ciento, de acuerdo con un estudio elaborado por Línea Directa Aseguradora sobre los datos de la DGT.

Más accidentes por no mantener la distancia de seguridad
Más accidentes por no mantener la distancia de seguridad

Más de 16.000 personas se ven implicadas cada año en accidentes causados porque alguno de los conductores no ha mantenido la distancia de seguridad. Se trata de la segunda infracción más frecuente y causa el 25 por ciento de las colisiones que se producen en España, según el último estudio de Línea Directa Aseguradora.

La distancia de seguridad depende de muchos factores. Básicamente, de la velocidad, del tiempo de reacción y de la distancia de frenado. La experiencia es un grado también en este tipo de choques. De hecho, los conductores culpables de no mantener la distancia suelen ser inexpertos, con dos años o menos de antigüedad del permiso, especialmente cuando se ven inmersos en tráfico denso.

Este tipo de accidentes son más frecuentes y más graves en carretera que en ciudad, especialmente en momentos de gran densidad de tráfico. El estudio revela que en las zonas de obras se generan el doble de accidentes que en los tramos normales, debido, apuntan, a que no se adecua la velocidad a las nuevas circunstancias. La mayoría de los accidentes en carretera se producen en tramos rectos, mientras que en los urbanos en rotondas e intersecciones.

Aunque en general este tipo de accidentes se producen en días laborables, los viernes es el día más crítico, especialmente tras la salida del trabajo. En el resto de jornadas, la mayoría de siniestros de este tipo se producen a por la mañana, a primera hora.

Cada año los accidentes por no mantener la distancia de seguridad causan casi 8.250 víctimas, la mitad pasajeros. Es cierto que las lesiones producidas por estos accidentes no son graves, pero sí muy frecuentes, principalmente en el cuello -esguince cervical- y la espalda. Se calcula que por cada choque de este tipo en el que se ven involucrados dos coches, a las aseguradoras les cuesta unos 20.000 euros.