Para el 66% de los conductores españoles, el coche conectado será su próxima opción de compra en el futuro. Así lo desvela el informe Connected Car, de Kantar TNS, que explora las actitudes y comportamientos de los automovilistas en relación a la conectividad de los vehículos. Este porcentaje, aunque en la media de las respuestas mundiales (63%), es ligeramente superior a la media europea, establecida en el 53%.
Nos apasionan las nuevas tecnologías
En el estudio también se observa el interés de los distintos países por las nuevas tecnologías relacionadas con el mundo del automóvil. En este aspecto, los españoles también destacamos por una predisposición positiva, ya sea porque ya las conocemos y utilizamos o porque nos gustaría hacerlo en breve.
Por ejemplo, en lo que se refiere a los coches autopilotados , un 52% de los españoles se muestran interesados, frente al 36% de los europeos , estando la media global en un 48%. En cuanto a los coches eléctricos (incluyendo los híbridos enchufables), 7 de cada 10 españoles manifiesta atraído: en Europa manifiestan esta conducta 5 de cada 10 individuos, cantidad similar si observamos la media mundial.
Obviamente, cuando se pregunta a los automovilistas qué tipo de información demanda de un coche cuando acude a un concesionario a comprarlo, el 55% de los encuestados en España responde que los aspectos relacionados con la tecnología. Sin embargo, y pese a este interés manifiesto, el 32% de los propietarios de un coche con funciones de conectividad no es consciente de que su vehículo esté conectado; en Europa, esta porcentakje es de un 46%.
Confiamos en las marcas más que en Google
Otro de los aspectos interesantes que se desprenden del estudio es la confianza que muestran los automovilistas respecto a compartir sus datos con los fabricantes de automóviles. Un 38% declara confiar en el uso que hacen las marcas de coches de esa información –en esto, los europeos se declaran más crédulo (43%)-, mientras que solo un 15% revela esta conducta positiva cuando hablamos de marcas tecnológicas como Facebook o Google –frente a un 10% en Europa-.
Para Juan Luis Alonso, responsable del estudio en España, la cuestión de la confianza es sustancial. “Es un elemento muy importante a la hora de introducir una novedad. Un coche conectado emite millones de datos sobre viajes realizados, tiempo de viaje, localizaciones y aspectos relacionados con el estilo de conducción. Incluso podría saber detalles financieros y contraseñas si, desde la oferta de conectividad del coche, el usuario está suscrito a un servicio de pago. Las marcas de automoción que pongan énfasis en la protección de la información privada de sus clientes, serán honestas y creíbles para el automovilista.”
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